Los religiosos Camilos y las Hijas de San Camilo celebran juntos la alegría de la Pascua y el cuidado de los más frágiles con los residentes del Centro San Camilo.
Uno de los signos de comunión y fraternidad de la familia camiliana es esta iniciativa de celebración común entorno a los enfermos, gracias a que las Hijas de San Camilo acuden al Centro de Humanización de la Salud de los Religiosos Camilos a formarse. En este fin de semana animaron a los residentes con la música de la guitarra que las hermanas pusieron a su servicio; transmitiendo su alegría y pasión fruto de ver en el hermano frágil a Cristo.
El carisma camiliano aporta al ejercicio del cuidar la alegría del encuentro con el que sufre teniendo como referente al modelo del Buen Samaritano propuesto en el Evangelio. Este don de Dios para la iglesia y el mundo tiene gran capacidad de transformar humanizar nuestra sociedad.
Desde este deseo animamos a caminar y cultivar este carisma en nuestra sociedad y preguntarnos y poner en oración si nos ponemos al servicio de los frágiles.