Acogemos la I Jornada de pastoral de la Federación LARES

El Centro San Camilo acoge hoy la I Jornada de Pastoral de la Federación LARES bajo el lema que recoge la línea base de lares, «Pastoral con/mpasión».

En este encuentro se han dado cita los responsables, promotores y agentes de las áreas de pastoral de los centros asociados en la Federación LARES. La promoción de estos encuentros responde al reto de ofrecer un mensaje más coherente y comprometido con la forma de cuidado a la que deben aspirar los centros de identidad Cristiana que se dedican a cuidar a personas vulnerables.

A lo largo de la jornada hemos trabajado los retos pastorales que presenta el trabajo sociosanitario en las instituciones (podéis profundizar en la reflexión a través de este enlace), poniendo luz sobre retos concretos que toca abordar. También profundizamos en la experiencia del Centro San Camilo en la acción pastoral con personas con demencia, asomándonos a una realidad ante la que tenemos que estar preparados de cara al futuro. Por último reflexionamos sobre la necesidad de concretar la acción pastoral en las obras de manera transversal, dando sentido a la misión original de los centros que conforman la Federación.

Un encuentro del que esperamos nazcan iniciativas concretas y nuevas jornadas que nos alienten en la tarea pastoral de los centros de identidad Cristiana que se dedican al cuidado de personas mayores.

VI Encuentro Latinoamericano de la Familia Camiliana Laica en Perú

Del 25 al 27 de octubre se ha celebrado en el Convento de la Buena Muerte de los religiosos camilos de la Viceprovicia de Perú el VI Encuentro Latinoamericano de la Familia Camiliana Laica bajo el lema “la perla de la caridad en nuestra manos hoy”

Cerca de 90 personas provenientes de diferentes países de América Latina como México, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Chile y Brasil, han participado en este encuentro. Que ha tenido como novedad la participación de la comisión central de la FCL la Presidente Marie-Christine Brocherieux, Anita Ennis y Maria Bako.

En este encuentro ha participado el p. Neiber cabrera superior de la Comunidad de Buenos Aires y el p. Mateo Bautista, quien se ha incorporado a la Viceprovincia de Perú como parte de un acuerdo interprovincial entre estas dos realidades camilianas

El encuentro ha concluido nombrando a Chile como próximo organizador del VII encuentro que se celebrará en el 2022

Camilo, un sanador herido

Presentamos el nuevo libro «Camilo, un sanador herido» de Consuelo Santamaría, habitual colaboradora y apasionada de la obra de Camilo de Lelis.

Para desarrollar este libro toma la imagen del sanador herido, metáfora fundamental para la comprensión y la puesta en práctica de la relación de ayuda. San Camilo de Lelis, fundador de la orden de los Ministros de los Enfermos fue y sigue siendo un referente en humanización de la asistencia sanitaria, los cuidados y la caridad. Lideró una revolución en el trato y el cuidado de los enfermos en su época y sigue inspirando hoy a miles de personas que se ponen al servicio de los enfermos entregando su vida.

En el libro Consuelo nos presenta al personaje de Camilo de Lelis, su realidad y las claves de su época que nos ayuden a entender lo revolucionario de su carisma y la profundidad del significado de sus experiencias vitales.

En un segundo momento presenta las heridas de Camilo, los duelos y sufrimientos que padeció, y como estos posibilitaron un lugar de crecimiento y trascendencia. Va pivotando entre la experiencia de san Camilo y las experiencias dolorosas que podemos experimentar en nuestra vida; pone de manifiesto la universalidad de las experiencias de sufrimiento. Este movimiento nos abre la posibilidad de trabajar nuestras propias heridas teniendo como referente la experiencia de Camilo.

Por último entra tantas heridas se va abriendo paso la esperanza mostrando la imagen resiliente de Camilo, como las dificultades van fortaleciendo su deseo y este termina convertido en obra. Animamos a todo aquel que se sienta interpelado por la historia de Camilo a acercarse a este libro.

Retiro en San Camilo

Tras la gratificante experiencia en la canonización de Josefina Vannini, la hermana Sor Janet compartió la experiencia de vida y vocación de la nueva santa en el retiro comunitario de la comunidad de los religiosos Camilos de Tres Cantos. 

Sor Janet pertenece a la congregación de las Hijas de San Camilo y participa de la comunidad de Salamanca, donde cuidan a personas mayores en una residencia y realizan una importante labor pastoral en Santa Marta de Tormes.

En el retiro destaco la importancia de la oración, la providencia y la «curvatura» de la caridad que acompañarón los momentos más importantes en la vida de la Santa. Como san Camilo, ella tuvo que salir de la orden de las hijas de la Caridad a causa de la enfermedad; quedando su vocación en un momento difícil, hasta que conoció al padre Tezza; con quien fundó la congregación de las Hijas de San Camilo.

Su ternura y caridad en el cuidado han sido también elementos clave que nos han transmitido las hermanas en este retiro que nos han regalado a los religiosos Camilos.

Agradecemos su esfuerzo y dedicación así como nos alegra poder participar de la Gran familia de San Camilo desde la que tantas personas comparten misión y entrega a los que sufren.

Haciendo Camino

El grupo de Gente Pequeña de Proyde y la Salle que estuvo con nosotros en el verano de 2018 continúa su camino de crecimiento en su experiencia en Camerún.

Durante el campo de trabajo en el Centro San Camilo de Tres Cantos vimos como estos jóvenes tomaban la opción de vivir la alegría del servicio a las personas que sufren. Ha sido una alegría para nosotros el tener noticias suyas tras este nuevo paso de voluntariado internacional que da un sentido más profundo a su experiencia en San Camilo. Continuar buscando la experiencia del servicio a los demás, allá donde sea y atreviéndose a confrontar la propia vida es todo un testimonio de como los jóvenes de hoy desean involucrarse y participar.

Nos sentimos afortunados de haber sido una parada más en su camino y abrimos nuestras puertas a todos aquellos, que como ellos, se atreven a dar el paso e ir al encuentro del otro. Nuestro carisma nos acerca a las personas enfermas y que sufren en nuestro mundo, que son muchas, y deseamos ayudar a todos aquellos que sienten la misma llamada, a tener una oportunidad de profundizar en esa experiencia.

Os deseamos lo mejor en vuestro camino y esperamos que sigáis acompañando con alegría a las personas que tengáis alrededor y recordéis la experiencia en San Camilo recordando la importancia de poner «más corazón en las manos».

 

Vidas ejemplares San Camilo

La colección de historietas Vidas Ejemplares, distribuida en México y España, presentaba en uno de sus tomos la vida de san Camilo. Una manera de difundir la vida del santo fundador de nuestra orden.

La colección presentaba la vida de los santos como medio de difusión y acción pastoral, de una manera atractiva y accesible para la época. Una iniciativa que de alguna manera hoy replicamos con nuestras webs, redes sociales y medios de comunicación que nos ayudan a acercar la vida de san Camilo. Este material se publicó en junio de 1957, hace más de 60 años, y aún se conservan algunos en nuestros días.

Compartimos con todo aquel interesado este recurso curioso y que invitará a muchos al recuerdo y la infancia. En documento podéis ver digitalizado uno de los ejemplares de la colección en la que se narra, a grandes rasgos la vida de San Camilo de Lellis. Os invitamos a ojear este formato y disfrutar de él este fin de semana.

 

 

 

Comenzamos el curso Pastoral en San Camilo

Después del cambio de aires del verano volvemos al curso con energías e ilusión para seguir construyendo el sueño de san Camilo.

El equipo de PJV comienza la planificación de las actividades y programas que nos ayuden a acercar el estilo de vida y la espiritualidad camiliana a los más jóvenes. Ayudar a descubrir la alegría del servicio a las personas que sufren desde el modo de vida del Evangelio y el ejemplo de Jesús.

Si te sientes interpelado por el servicio a los enfermos y a las personas que sufren comparte con nosotros alguna de las actividades, campos de trabajo, pascua hospitalaria, grupos de espiritualidad camiliana, actividades formativas, y demás iniciativas que nos acercan más a cumplir con el reto de la humanización de nuestra sociedad.

Si estás interesado en participar y compartir con nosotros de manera individual o como grupo, asociación, parroquia o cualquier tipo de entidad, contacta con nosotros a través de la web, facebook o correo electrónico (jovenes@camilos.es). ¡Comparte con nosotros la pasión por cuidar, construye un mundo diferente!

“Crearé una compañía de hombres piadosos y de bien, que no por un salario, sino voluntariamente y por amor de Dios, sirvieran a los enfermos con la caridad y el cariño que sienten las madres por sus propios hijitos enfermos”

San Camilo de Lelis 1582

Una compañía de hombres buenos: el origen de los Ministros de los enfermos

En el marco de la celebración de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo, los religiosos camilos recordamos que en la víspera de esta fiesta, un día como hoy 14 de agosto, pero de 1582, Camilo de Lelis tuvo la inspiración de crear “una compañía de hombres piadosos y de bien, que no por un salario, sino voluntariamente y por amor de Dios, sirvieran a los enfermos con la caridad y el cariño que sienten las madres por sus propios hijitos enfermos”

Años después gracias a este pensamiento y por los sucesos que va generando el espíritu, nace la Orden de Ministros de los Enfermos, un grupo de hombres con corazón de madre, que ya no solo asisten en los hospitales sino que son capaces de entregar su vida en la atención a los apestados y en diferentes realidades de sufrimiento y exclusión donde descubren el rostro del mismo Cristo.

Con motivo de esta fecha tan especial queremos recordar estos momentos tan fundamentales en la vida de Camilo y de la Orden, tomando como referencia el relato que nos ofrece Mario Vanti en su libro: “San Camilo y sus Ministros de los enfermos” que la Provincia española recientemente ha publicado en español con la editorial Sal Terrae

«Una compañía de hombres buenos»

La noche que precedió o siguió a la fiesta de la Asunción de 1582, Camilo velaba en la sala, constatando una vez más la extrema dificultad que presentaba obtener criados de guardia, con el mínimo compromiso que exigían los enfermos para sus necesidades. No rara vez el abandono confinaba con la crueldad. Cuando Camilo se ausentaba después, los criados, apenas frenados «por el miedo que le tenían», dejaban a los enfermos sin custodia. Contaba más tarde a sus religiosos las horrendas cosas que pasaban en las crujías en aquel tiempo. Enfermos delirantes, bajando de la cama, que se desplomaban y morían allí, por no haber quien les socorriera. Otros, impotentes para moverse y ardiendo de fiebre, pedían en vano de beber, tragándose al final todo lo que tenían al alcance de la mano, desde los jarabes y decocciones a los líquidos más inmundos. Después era imposible imaginar la suciedad en la que se quedaban sumergidos los inconscientes por el abundante icor de las llagas.

Camilo, por lo que recordaba haber visto y experimentado, por lo que a su pesar le tocaba seguir viendo, sin esperanza de ponerle remedio eficaz y duradero con los medios de que disponía, empezó a pensar cómo podría proveer a la necesidad. Dado que «Dios le había enviado la llaga –pensaba y decía– para que se sintiera siempre obligado a los enfermos y aprisionado en los hospitales», debía y quería permanecer allí en paz y en la caridad. Y si San Giacomo, como todo hasta entonces le hacía prever, debía ser su casa, pretendía y quería gobernarla, dirigirla de acuerdo con los compromisos asumidos y las obligaciones de su propia conciencia. Y acabó por no pensar en otra cosa.
Así pues, una noche de mediados de agosto, tuvo la primera idea concreta de organizar «una compañía de hombres piadosos y de bien, que no por un salario, sino voluntariamente y por amor de Dios, sirvieran a los enfermos con la caridad y el cariño que sienten las madres por sus propios hijitos enfermos»

Para Camilo, el pivote de la iniciativa era preparar criados de los enfermos que tuvieran corazón de «madres tiernas»: una levadura que fermentará la masa de una nueva institución. De momento no piensa más que en San Giacomo, donde tiene que actuar y proveer. Busca enseguida entre los criados a los mejor dispuestos para aceptar su programa de caridad; y no le resulta difícil: un sacerdote y cuatro laicos.

El sacerdote es don Francesco Profeta, capellán del hospital desde el 17 de julio de 1582. Había venido a Roma desde Sicilia, su tierra natal, para una acción procesual, en la que estaba interesado como jurista, ofreciéndose para hacer un poco de bien a los enfermos de San Giacomo. A continuación, decidió quedarse allí; así, el 15 de octubre de ese mismo año, fue nombrado «prefecto de la sacristía».

El primero de los cuatro laicos fue Bernardino Norcino. Ya en edad avanzada y hombre de gran virtud. Tras entrar a servir en San Giacomo el 4 de septiembre de 1580, en los más humildes menesteres, de «trinchante y canovaro» (cantinero), de guardarropa, de «gallinero», encontraba tiempo y modo de saciarse de oración y contemplación, dedicándose aún en lo que podía a los enfermos.

El segundo, Curzio Lodi (Loddo) dell’Aquila, era siervo en el hospital desde enero del año 1582; gozaba de la confianza del mayordomo, que le propuso poco después para que se ocupara de la despensa, y desde el 7 de abril de 1584 pasará al cargo de enfermero.

El tercero, Lodovico Altobelli, servía en San Giacomo desde junio de 1582.

Del cuarto, Benigno Sauri, no hay confirmación en los libros de San Giacomo.
Camilo los puso al corriente, por separado, de su proyecto.

Cuando obtuvo su consentimiento y su confianza, sacrificando una hora de reposo, empezó a reunirlos en una pequeña habitación, en la que, sobre un altar portátil, había colocado un bello crucifijo suyo. Les hablaba Camilo de la caridad con la que se habrían de comprometer juntos a asistir a los enfermos «por puro amor de Dios». Pronto notaron todos en el hospital el ardor de su caridad y de su piedad.