Tal día como hoy, 21 de septiembre, en 1591 era aprobada por el Papa la bula de aprobación de la orden religiosa de los Siervos de los Enfermos tras dos años de estudio de los estatutos por parte de la curia romana.
Este logro que posibilitaría la mejor organización de los hombres de buena voluntad que formaban el grupo original junto a Camilo se consiguió gracias a la gran vocación de servicio de aquellas ejemplares personas nacida de su fe en Jesús. Su generosa vocación de servicio se concretaba en grandes obras de caridad cuidando enfermos, facilitándoles lo necesario, comida, agua, cuidados, tiempo y atención. Esta forma de actuar, como la levadura en la masa, silenciosa, constante, desde dentro, con humildad y sencillez llamó la atención de los Ilustres de la ciudad.
La aprobación de la nueva orden fue recibida por parte de Camilo como una mayor responsabilidad frente a los más vulnerables. Decidió continuar como hasta entonces, sin modificar los hábitos e incluso rechazando beneficios que le ofrecieron desde distintos lugares de influencia.
El ejemplo de San Camilo de trabajo, humildad, servicio y fe es una inspiración para toda persona que a día de hoy se pone al servicio de los más vulnerables. En la sociedad del srpint y la visibilidad que busca destacar es el trabajo que busca servir, silencioso, lento y constante el que realmente inspira, transforma y con el tiempo da su frutos. En estos tiempos más que nunca hace falta tener claro que caminos son fuente de esperanza verdadera, como lo fue el grupo de San Camilo ante el sufrimiento y la enfermedad.
Os invitamos a conocer más de San Camilo y meditar sobre su forma de llegar en un día como hoy en el que la Orden de los Ministros de los Enfermos se consolidó como tal y pudo llegar su carisma hasta el día de hoy.