El próximo jueves 2 de febrero celebraremos la XXV Jornada de la Vida Consagrada. Un día para profundizar en la llamada a vivir en comunidad fraternal que sirve a Jesús y a los hermanos.
A los religiosos Camilos este día nos invita mover nuestro corazón en dos direcciones: una a la toma de conciencia y renovación de nuestro proyecto de vida comunitaria; y por otro lado a la comunicación de este modo de vida.
Los religiosos camilos dedicamos nuestra vida a cuidar y enseñar a cuidar a los enfermos; vivimos en comunidad para vivir la experiencia de la fraternidad y el compromiso de los votos; participando en una vida con propósito y sentido. Desde nuestro compartir diario nos acercamos a las personas frágiles para cuidarlas y ver en ellas a Cristo. San Camilo, nuestro fundador, es el inspirador de este modelo de vida que nace de una llamada de Dios a vivir desde un corazón de servicio y de acción. Nuestra obras son la concreción de esta espiritualidad que desea humanizar con más pasión el mundo de la fragilidad.
Para la conmemoración de esta Jornada, el papa ha elegido la parábola del buen Samaritano; esta enseñanza del evangelio de Lucas inspira nuestro carisma de forma transversal. Junto a esta bella imagen la exhortación a ser agentes activos en la creación de una cultura de la fraternidad en un mundo polarizado. Sanar las heridas de nuestro tiempo mediante la cultura de la fraternidad y el encuentro es una de las misiones centrales de todos los llamados a construir el Reino.
Que el Señor nos aliente a vivir con profundidad el servicio a los enfermos y a trabajar en la construcción de un mundo mejor.