Reunión virtual de la Provincia Española

El pasado 30 de noviembre comenzamos con una serie de encuentros virtuales de la Provincia Española de los religiosos camilos, programados por el Delegado General José Carlos Bermejo y su Consejo. Encuentros que pretenden fomentar la fraternidad, el diálogo, la espiritualidad camiliana y la vida de oración en este tiempo de pandemia.

El encuentro ha comenzado con una oración “el regalo de la comunión” donde hemos tenido la posibilidad de reflexionar sobre la importancia de la fraternidad y la vida en comunidad.

Posteriormente, el Delegado General ha dado la palabra a cada superior de las siete comunidades que componen nuestra provincia en España y Argentina. Cada uno de los superiores ha presentado una breve relación de su comunidad, la situación de los religiosos y la vida ministerial. Podemos sentirnos privilegiados, al constatar que a pesar de las circunstancias que hemos vivido a lo largo de este año por la situación del Covid-19, muchos de nuestros religiosos han tenido el gozo de vivir a plenitud el cuarto voto de servicio a los enfermos, en su trabajo como capellanes y en las diferentes actividades asistenciales como en nuestro centro de Tres Cantos y en el hogar de Vagues.

Los encuentros continuarán los días 4, 5 y 6 donde reflexionaremos sobre el “Ministerio camiliano” de la mano del P. Arnaldo Pangrazzi, el día 7 será el turno del Delegado General quien compartirá una breve relación de la Provincia y el día 8 concluiremos con la renovación de votos del profeso Antonio Alegre y la renovación por devoción de votos de todos los religiosos.

Renovación del Salón Virgen de la Salud

El pasado jueves 8 de octubre, con motivo del Día de los Cuidados Paliativos, en el Centro de Humanización de la Salud inauguramos el Salón Virgen de la Salud tras su renovación.

Este espacio pretende ser un lugar central de acogida y transmisión del mensaje de san Camilo. Un espacio en el que dar a conocer la alegría de servir a los enfermos y a las personas que sufren, un espacio donde enseñar a cuidar.

A lo largo de la historia del Centro San Camilo este espacio acogió multitud de eventos que han aportado una mirada compasiva a los cuidados y ha acogido a miles de personas movidas por la pasión de cuidar. Ahora este espacio se re-nueva para crecer en hospitalidad, calidez y calidad técnica que permita ser un altavoz más potente para el mensaje que los religiosos Camilos queremos transmitir en el mundo de la salud y los cuidados.

De manera simbólica, el estreno del salón se produjo con el homenaje y la lectura del manifiesto del Centro San Camilo en el día de los cuidados paliativos, abriendo una puerta a la esperanza en el final de la vida.

Deseamos que el Salón Virgen de la Salud acoja a partir de ahora tantas iniciativas humanizadoras como sea posible y continúe contribuyendo a mejorar cada día más el cuidado de los enfermos.

Celebración de la VI Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación

El pasado 1 de septiembre el Papa Francisco ha dado a conocer un mensaje con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que marca el inicio del Jubileo de la tierra. En su comunicación ha recordado que “En la Sagrada Escritura, el Jubileo es un tiempo sagrado para recordar, regresar, descansar, reparar y alegrarse”.

Desde la publicación de la «encíclica Laudato si», el 24 mayo 2015, el día 1 de septiembre los cristianos celebran la Jornada mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, fecha con la que comienza el Tiempo de la Creación y que finaliza el 4 de octubre, en memoria de san Francisco de Asís.

A propósito de esta celebración, Francisco afirma:

“En este período, los cristianos renuevan en todo el mundo su fe en Dios creador y se unen de manera especial en la oración y tarea a favor de la defensa de la casa común”.

Leer mensaje Mensaje del Santo Padre Francisco

Catálogo de Actividades del Centro de Humanización 2020-2021

El Centro de Humanización de la Salud de los religiosos Camilos presenta su nueva propuesta de actividades para el curso académico 2020/2021: Master y Posgrados,  cursos presenciales, Aula virtual, Seminarios, Cursos Online y Jornadas.

Actividades que tienen como objetivo contribuir a la humanización de la salud, de la intervención social, del ámbito educativo y  al desarrollo personal.

Hasta julio la oferta es muy amplia y abordará las tradicionales áreas temáticas del centro: counselling, humanización, duelo, espiritualidad y pastoral de la salud, gerontología y gestión de centros y bioética.

La experiencia durante la pandemia y la crisis del covid-19 será una constante en muchas de estas actividades:

Igual que en ediciones anteriores, en este nuevo curso académico el centro ofrecerá actividades GRATUITAS, subvencionadas el Ayuntamiento de Tres Cantos:

y la Consejería de Políticas Sociales, Familia. Igualdad y Natalidad

Además, el Centro San Camilo diseña formación a medida para empresas, hospitales, asociaciones, congregaciones, organizaciones o entidades sociales en España, Portugal, Italia y América Latina.

Descargar catálogo de actividades

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Formación en acompañamiento en el duelo

Del 10 de agosto al sábado 17 de octubre el Centro de Formación en Salud San Camilo (CEFOSA) de los religiosos camilos de la Viceprovincia de Perú organiza una formación online de acompañamiento en duelo con el objetivo de formar agentes de pastoral para el acompañamiento básico a las personas que están en proceso sufrimiento a causa de la pérdida de un ser querido. Los participantes serán 40 agentes de pastoral designados por la Arquidiócesis de Lima y 20 participantes designados por el CEFOSA

En esta iniciativa formativa participa el Centro de Humanización de la Salud, con la ponencia del p. Franklin Fuentes, religioso peruano presente en la Provincia Española y el hno. José Carlos Bermejo, Delegado General de los Religiosos Camilos de España y Argentina.

Crónica de San Camilo. Nuestra residencia en tiempos de pandemia

Ve la luz el libro «Crónica de San camilo. Nuestra residencia en tiempos de pandemia», con la Editorial Mensajero, del Grupo Loyola. Un trabajo de José Carlos Bermejo, Delegado General de la Provincia Española, Gema Moreno, responsable de Comunicación y Marta Villacieros, del departamento de Investigación del Centro.

Esta publicación recoge los testimonios de una treintena trabajadores del Centro San camilo: médicos, enfermeros, auxiliares; personal de limpieza, de mantenimiento, de administración. El objetivo es honrar una historia de sufrimiento, que ha sido también una hermosa historia de solidaridad y ayuda, de dolor y esperanza. También para honrar a los fallecidos, a sus familias y a quienes los cuidaron.

No recordar la historia condena no solo a olvidarla sino a repetirla. Por eso estas páginas resumen la singular vivencia de un conjunto de personas que latieron con un mismo pulso durante la crisis del coronavirus . No están todas, pero las representan, porque juntas dan vida al Centro San Camilo. Un equipo que cuidó con «más corazón en las manos», aun cuando las circunstancias fueron las más adversas en sus 30 años.

De los 135 trabajadores de la residencia, 42 sufrieron baja por COVID-19, es decir un 31 % de la plantilla; mientras que un 45 % ha tenido sintomatología compatible con la enfermedad.

Del 8 de marzo al 8 de mayo de 2020 fallecieron 34 residentes (3 de ellos en el hospital), de los que 21 tenían sintomatología compatible con COVID-19 y solo hubo constancia de un caso positivo. Desde entonces y hasta finales de junio no se registraron más pérdidas por esta causa. Personas que continuarán en la memoria del Centro y a las que está dedicado este libro.

Celebramos la Fiesta de San Camilo

Hoy 14 de julio la Iglesia en el mundo y la Orden de Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos), celebramos con alegría la fiesta de nuestro santo patrono y fundador San Camilo, el gigante de la caridad, patrono de los enfermos y trabajadores del mundo de la salud.

En una época marcada por la pandemia del coronavirus, el mensaje de Camilo cobra una rabiosa actualidad. A través de él se hace vigente la invitación constante de Camilo a sus compañeros de servir a los enfermos incluso a con peligro de la propia vida, dando testimonio de ello en diferentes acontecimientos de su época como en la peste de Milán:

…Algunos agricultores en el campo de Pavía, en el invierno de 1594 trataron de detener a un grupo de hombres que cabalgaba al ducado de Milán. Conociendo del brote de la peste, Camilo había reunido una media docena de sus compañeros en Génova, y partió inmediatamente con el fin de ayudar.

«¡Alto! ¿Adónde vais?! En Milán hay peste”Ante las advertencias, Camilo respondía sin detener la marcha: “Precisamente por eso vamos allí”

La muerte de Camilo tuvo lugar en Roma, a los 64 años, en la casa de La Maddalena, que aún hoy se conserva como casa generalicia de la Orden.

El proceso final de Camilo no fue de unos días… Camilo se sintió particularmente débil unos meses antes, no pudiendo ir al hospital como los demás (como cuidador) y sintiendo envidia: “Dichosos vosotros, que habéis estado en aquella santa viña, sirviendo a los pobres enfermos”, les decía a sus compañeros que iban al hospital, al que él llamaba viña.

Un día de su última primavera en que el médico le dejó salir de la casa de la Maddalena, donde él tenía certeza de morir, pidió al carrocero que se dirigiera hacia el hospital del Espíritu Santo, que para él era el jardín donde se respira el aire que solo hay en el paraíso. Allí entró con ayuda de dos religiosos y conversó con los enfermos a los que les dio su bendición y expresó su deseo de estar siempre con ellos. Sentía una particular “atracción” hacia el hospital. Decía que tenía imán para él.

Durante los últimos meses, Camilo mendigaba apoyo espiritual al estilo de la época, solicitando que celebrase por él la Eucaristía e hicieran oraciones. Le visitaban y buscaban su bendición y su intercesión, así como el deseo de conservar algo suyo simbólicamente.

Camilo tuvo la posibilidad, en las últimas semanas de su vida, de despedirse por escrito con una Carta Testamento con algunas recomendaciones. En esta Carta Testamento, son claras las preocupaciones de Camilo al final de su vida y los deseos de morir cerrando el círculo biográfico. Con conciencia de continuidad para sí mismo en manos de Dios y de continuidad para la Orden, pide comunión espiritual, transmite su deseo de fidelidad en la pobreza y en la misión de la Orden de servir a los enfermos, así como expresa su deseo de que no se malogre la identidad hecha de religiosos sacerdotes y laicos, con su particular originalidad. Una herencia hermosa de un hombre apasionadamente entregado a la humanización del mundo del sufrimiento y conocedor de las vulnerabilidades de los religiosos y de la misma condición humana.

En los últimos días, ordenó que pintaran un cuadro, concretamente que se pintase un Cristo muerto en la cruz, y en la parte superior el Padre eterno, y el Espíritu Santo en forma de paloma en los lados, llenos de la sangre derramada por Jesús; y al pie de la cruz, María orando por Camilo.

El 6 de julio hizo que todos los padres y hermanos se sentaran, y habiendo pedido licencia al Padre General para decir algunas palabras, les exhortó a todos a la observancia del Instituto, en particular a la fervorosa caridad con los enfermos, a la unión y caridad entre sí mismos, a la pureza del corazón y del cuerpo, a la pobreza, obediencia y humildad, que no perdiesen el ánimo por las grandes borrascas y persecuciones que había vivido la Orden, porque todos los principios eran dificultosos. Al fin, derramando muchas lágrimas, según su biógrafo Sancio Cicatelli, dijo:

“Padres y hermanos míos, yo pido misericordia a Dios, y después demando perdón al Padre General y a todos los demás, de cualquier mal ejemplo que les haya dado en el pasado, asegurándoles que más ha procedido de mi poco saber, que de mala voluntad”. Y a todos, presentes y ausentes, les dio la bendición.

A continuación, el Padre General y los presentes le pidieron perdón y se despidieron entre lágrimas, besándole las manos.

Le trajeron el cuadro que había encargado, pero el confesor había hecho pintar al mismo padre Camilo arrodillado ante la cruz, junto a la Virgen. Camilo exclamó: “Señor, vos sabéis que no ha sido esta mi intención; pero como habéis querido que me pongan debajo de vuestros pies, y de la protección de vuestra Santísima Madre, sea para que yo espere más misericordia, y que me caiga alguna gota de vuestra sangre, que con abundancia me purifique” . Quiso acomodar el cuadro en lugar donde le pudiese ver para meditar el misterio que representaba, como hiciera San Agustín con los Salmos Penitenciales.

Le pidió al enfermero que cuando se muriese, que le repitiese palabras de esperanza hasta cuarto de hora después de muerto.

Según sus escritos, el 10 de julio Camilo confirma su Testamento espiritual que pediría que se lo pusieran al cuello después de muerto. Al demonio tentador le deja Camilo “todos los pecados y todas las ofensas que he cometido contra Dios”; al mundo, “todas las vanidades”; a Jesús, “mi alma”; a San Miguel Arcángel, “todo el intelecto”; a María Virgen y Madre, “mi voluntad”; y de nuevo a Jesús crucificado, in extremis, “todo mi ser, en alma y cuerpo”.

La mañana del domingo 13 de julio le dijo a un padre que le velaba: “No sé si estos padres han pensado ya en las cosas necesarias para mi entierro”. Respondió el padre que ya se había hablado de eso. Añadió Camilo: “Advertid que no hay más tiempo que mañana”.

La mañana del 14 de julio, último día de su vida, le visitó de nuevo el Cardenal Ginnasio Protector. Después preguntó qué hora era, al escuchar dar el reloj. Eran las ocho. El dijo “cómo tan tarde, que esta será la última Misa que oiré”. Estaba realmente preocupado por su salvación. Acabada la misa rogó al confesor que no se apartase de su cama por si le viniera a la mente alguna cosa que pudiese confesar.

Al médico, después de agradecerle, le dijo: “Otro médico me espera”. Así pasó algunas horas rodeado de los suyos hasta que, a las 21.30, falleció a los 64 años de edad, 40 años después de su conversión y 28 después de que aprobó su Congregación Sixto V y 20 después de elevada a Orden por el papa Gregorio XIV. Fue enterrado por la noche, por indicación del papa, a la vista del revuelo que se generó en Roma.

 

A la muerte del Fundador , la Orden Ministros de los Enfermos contaba con 299 religiosos, 154 sacerdotes y 145 hermanos, en 17 casas repartidas por casi toda Italia y divididas en 5 provincias .

Hoy, al celebrar el recuerdo de aquel 14 de julio de 1614, podemos quedarnos con algunas de sus bendiciones, como la del 10 de julio de 1614: «Con esto acabo, enviando a todos (en cuanto me es concedido por Dios nuestro Señor, y de su parte) mil bendiciones; no solo a los presentes, sino también a los futuros que sean operarios de esta santa Orden hasta el fin del mundo».

Descargar carta y testamento Espiritual de San Camilo

Dios en la pandemia

Es la nueva publicación de la editorial Sal Terrae, trabajo coordinado y dirigido por los teólogos Walter Kasper y George Augustin con el prólogo del papa Francisco.

En este libro, además de las reflexiones y testimonio de autores como Bruno Forte, Tomás Halík, Mark–David Janus, cuenta, en su capítulo 5, con el testimonio de José Carlos Bermejo, Delegado General de los religiosos camilos de España, quien cuenta su experiencia más íntima de enfermo por coronavirus.

Esta crisis nos ha mostrado que, especialmente en situaciones de emergencia, dependemos de la solidaridad de los otros; y nos invita a poner nuestra vida al servicio de los demás de un modo nuevo. Debe concienciarnos de la injusticia global y despertarnos para escuchar el clamor de los pobres y de nuestro planeta, gravemente enfermo.

Nos unimos a los deseos del papa francisco quien al final del prólogo señala:

“Deseo y espero que las consideraciones teológicas y los testimonios ofrecidos en el presente libro, Dios en la pandemia, estimulen a la reflexión y susciten de nuevo en muchos la esperanza y la solidaridad. Igual que a los dos discípulos que iban de camino a Emaús, también en el futuro va a acompañamos el Señor con su palabra y al partir el pan eucarístico. Y nos dirá: «¡No tengáis miedo! Yo he vencido a la muerte».

WALTER KASPER, doctor en Teología y cardenal, es uno de los teólogos más influyentes de nuestro tiempo. La editorial Sal Terrae está publicando la edición en lengua española de su Obra Completa.

GEORGE AUGUSTIN, doctor en Teología y catedrático de Teolo­gía Dogmática y Fundamental en la Escuela Superior de Filoso­fía y Teología de Vallendar (Alemania), es autor y editor de numerosas obras publicadas en esta misma editorial. Sus libros han sido traducidos en quince lenguas.

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