Recordando a “los olvidados de los olvidados”, con Grégoire Ahongbonon
El pasado sábado 21 de septiembre, en el Centro san Camilo de Tres Cantos, Grégoire Ahongbonon, nos ha presentado los Proyectos que él y la Asociación Saint Camille realizan en Benín, Costa de Marfil, Togo y Burkina Fasso. Inicialmente creada en el año 1983 para visitar enfermos abandonados en los hospitales por ser pobres. En el año 88 comenzarón a realizar visitas también a los presos en las cárceles.
En el año 1990 cuando Grégoire se da cuenta de que los últimos de los últimos, los olvidados de los olvidados, (como los llama él) son los enfermos mentales.
Así es como empezó la historia de Grégoire y la Saint Camille con los enfermos mentales: «Un día en 1990 iba por la calle y vi a un enfermo mental desnudo que revolvía entre la basura para buscar algo de comer. Estaba acostumbrado a ver esta escena, pero ese día me paré y empecé a observar. Es un día que no olvidaré jamás. Descubrí que eran personas que buscaban amor, como todos nosotros».
En África las personas con enfermedades mentales son estigmatizadas, marginadas, encadenadas, encarceladas, privadas de libertad y de cualquier trato humano. Grégoire y la Saint Camille han logrado que 70.000 personas en Benín, Costa de Marfil, Togo y Burkina Fasso, mejoren, normalicen sus vidas y recuperen su dignidad.
Grégoire y la Asociación Saint Camille, llevan 30 años rescatando y cuidando a enfermos mentales. Dedica su vida a los olvidados de los olvidados. Repudiados, abandonados en las calles, desnudos, encadenados, condenados a la soledad. Ha creado numerosos centros por África en los que reciben medicación, alimento, aprenden un oficio, y lo más importantes, se les da afecto. Estos centros no reciben ninguna subvención Aún quedan miles de enfermos, recluidos y sin poder salir de sus casas esperando a que alguien vaya a buscarlos y liberarlos. Los centros de la Saint Camille están ahora desbordados.
Ahora están realizando un Proyecto en Dassa (Benín), construyendo un nuevo centro para acoger a 200 personas con enfermedad mental y toxicomanías que actualmente están abandonados en las calles o encadenados.
Grégoire nos narró una gran epopeya actual y verdadera de caridad y fe, una luz de esperanza auténtica frente al dolor de “los olvidados de los olvidados “ de nuestro mundo.
“Cuando encuentro a una mujer o un hombre bloqueado en un tronco es la imagen de mi propia persona y es la imagen de la propia humanidad. (Grégoire A.)