Las Misioneras camilianas María Madre de la Vida nacen en 1991 de una profunda experiencia de oración de nuestro fundador, el padre Adolfo Serripierro, religioso camilo, gran contemplativo y hombre de Dios. Caminando por las calles y plazas de Fortaleza, un día sintió tocado su corazón por el grito angustioso de mujeres en dificultad.
El origen se encuentra en la ternura y la misericordia de Dios Padre. Las sentimos llamadas por Él a ser signos de su misericordia, de su amor y de su venida a este mundo, con gestos de afecto, escucha, acogida y protección de la vida. La vida amenazada, violentada, pisoteada, negada y sin defensa de las mujeres en situación de riesgo y privación social.
ENTRE LAS MUJERES EN SITUACIÓN DE EXCLUSIÓN SOCIAL:
Las Misioneras camilianas María Madre de la Vida viven su carisma y misión por las calles y las plazas donde es más evidente la explotación de la mujer; en los ambulatorios prenatales, construidos para defender la vida desde su nacimiento; en las casas de acogida para las adolescentes que esperan un niño y no tienen puntos de referencia; en los centros de convivencia donde las jóvenes son acogidas y a las que se ofrecen cursos de iniciación profesional y formación humana y espiritual. Todo con mucho amor, que es la base, el fundamento y el impulso que les llevará a un cambio de vida.
DÓNDE ESTÁN:
Actualmente hay tres comunidades en Brasil: dos en Fortaleza y una en Quixadà, en el Estado de Ceará.