La formulación del carisma de los Religiosos Camilos se resume en acoger y cuidar a los enfermos como Jesús. Él nos invita a hacer lo mismo: anunciar la Buena Noticia del evangelio desde el cuidado a los enfermos.
Camilo de Lelis especificó y concretó este carisma en dos dimensiones:
· Servicio integral a la persona enferma.
· Escuela de caridad para los que comparten la tarea de cuidar a los enfermos.
Hoy nos gusta expresarlo así: «CUIDAR Y ENSEÑAR A CUIDAR»
1.- CUIDAR a la persona en la globalidad de su ser
Los enfermos que se dirigían a Jesús o que eran presentados a él esperaban la curación física. Pero ellos recibían mucho más. Además de ser curados y cuidados en el cuerpo, se sentían acogidos y comprendidos, sanados de sus heridas interiores y anteriores, iluminados por la fe, insertados en la comunidad que los había marginado, deseosos de dar testimonio a los demás de su encuentro con Cristo.
Camilo, renovando la práctica pastoral de su tiempo realizaba un servicio integral para dar respuesta a las necesidades corporales y espirituales de las personas enfermas. Tuvo especial predilección por acompañar a las personas que se encontraban al final de la vida. Para llevar a cabo este acercamiento global a la persona que sufre, incorporó en su obra a laicos y sacerdotes, a enfermeros, teólogos y músicos, a mujeres de la nobleza napolitanas y a prelados romanos, a doctos e iletrados. Cada uno ofrecía su aportación específica para bien del enfermo.
2.- ENSEÑAR A CUIDAR: inicio de una escuela de caridad
El don recibido por Camilo y transmitido a sus hijos no se agota con el testimonio de la misericordia de Cristo hacia los enfermos y las personas al final de la vida. Camilo tuvo la preocupación de enseñar a otros cómo cuidar mejor a los enfermos: a los enfermeros del hospital, a sus primeros compañeros y a los novicios que poco a poco se iban uniendo a él. Amaestrado él mismo por la experiencia personal de la enfermedad, por la voz interior del Espíritu que le guiaba y por la escucha de las necesidades de los enfermos, Camilo comenzó a crear una verdadera escuela de enfermería, con precisas reglas asistenciales y un detallado código de hospital.
La enseñanza que proponía Camilo bien podríamos definirla como enseñanza integral porque incluía saber (conocimientos científicos), el saber hacer (habilidades técnicas) y saber ser uniendo las manos que curan y corazón que ama, la técnica y el amor, la competencia profesional y su visión de la espiritual.