La enfermedad, el sufrimiento y la muerte, en cuanto experiencias humanas también pueden ser medidas por el humor. No se trata de ir contando chistes ante estas situaciones. Mas bien se trata de acoger toda la carga humana del dolor y abrirla a la esperanza.
Dicho de otro modo, con el humor podemos desdramatizar la situación dolorosa mediante la presencia cercana, el gesto y la palabra haciendo una relectura de esa experiencia dolorosa que se puede vivir de forma desproporcionada para humanizarla, darle escala y proporción humana.
En este sentido, el humor es un excelente aliado de y para la humanización.
«Ramón», humorista gráfico de la prensa española y colaborador de la revista Humanizar, os ofrece estas viñetas como recurso para el trabajo pastoral.