17/02/14
La cercanía y el acompañamiento a las personas que sufren son una dimensión esencial de nuestra vida cristiana. "San Juan - dice el Papa en su mensaje - nos recuerda que no podemos amar a Dios si no amamos a los hermanos" (Mensaje, 5).
Vicario General
Los Camilos del mundo celebran la Jornada Mundial del Enfermo.
Extracto del mensaje del P. Paolo Guarise, Vicario General de la Orden
La Jornada Mundial del Enfermo se celebra el 11 de febrero coincidiendo con la celebración de Nuestra Señora de Lourdes. La elección de esta fecha manifiesta a cercanía de María con las personas que sufren. En el mensaje que el Papa Francisco ha escrito con motivo de esta Jornada afirma que : “el Hijo de Dios hecho hombre no ha eliminado la enfermedad de la experiencia humana y el sufrimiento sino que, tomándolos sobre sí, los ha transformado y delimitado. Delimitado, porque ya no tienen la última palabra que, por el contrario, es la vida nueva en plenitud; transformado, porque en unión con Cristo, de experiencias negativas, pueden llegar a ser positivas”. (nº 2). Esta afirmación puede resumirse del siguiente modo: si vivimos nuestra enfermedad desde la perspectiva de la cruz de Cristo, nuestro sufrimiento puede ser aliviado en alguna medida porque este dolor no es la 'última palabra, ya que la última palabra pertenece a Cristo y a su propuesta de plenitud.La cercanía y el acompañamiento a las personas que sufren son una dimensión esencial de nuestra vida cristiana. "San Juan - dice el Papa en su mensaje - nos recuerda que no podemos amar a Dios si no amamos a los hermanos" (Mensaje, 5).
“Con el corazón de una madre”
En el cubículo de San Camilo que forma parte del museo que hay en la Casa General de Santa María Magdalena, hay una inscripción en latín: Cuerdas Matris Cum (“con el corazón de una madre”). Se trata de una síntesis que San Camilo repetía frecuentemente a sus religiosos: “Sirvamos a los enfermos con el mismo amor que una madre tiene a su único hijo enfermo”. Por desgracia, nuestra sociedad, debido a los intereses materiales y a los problemas socioeconómicos, está muy alejada de este amor materno a los enfermos. A menudo, los centros de atención sanitaria adolecen por falta de recursos económicos, materiales, técnicos, pero sobre todo por la falta de humanización y de amor en el personal que trabaja en los mismos. San Camilo, patrono de los enfermos y del personal sanitario que cuida de los enfermos, nos invita a poner "¡más corazón en sus manos!" en nuestro servicio. Un servicio y una ocupación que no adopte un comportamiento dictado por el corazón y la ternura, apenas se abrieron paso en las expectativas del paciente. En un mundo que busca fundamentalmente el bienestar físico y el placer, no debemos olvidar el respeto, cariño y cuidado a las personas mayores. Aunque muchos de ellos ya no puedan trabajar, tienen mucho que ofrecernos por la experiencia / sabiduría que acumulan. Algunos de ellos pueden seguir aportando a la sociedad esta experiencia de forma voluntaria. La figura del Buen Samaritano - icono evangélico de los que cuidan de los que sufren - nos enseña a calmar las heridas con aceite y vino hombre sangrando en medio de la carretera y sacar algo de nuestra cartera para cumplir con el cuidado . y la hospitalidad lo tanto, ofrecemos a nuestros recursos personales - en la forma y medida en que nuestras vidas nos permite - pero la mayoría de todo lo que ofrecemos nuestro corazón. P.Paolo Guarise,Vicario General