21/02/12
El Papa nos anima a "estar atentos a las necesidades de los otros" en el mensaje de Cuaresma.
"Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras".
El mensaje está dividido en tres partes, una primera en la que se centra en el fijarse, en el estar atento y darse cuenta de las realidades que viven otras personas, los hermanos. "La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos", dice el Papa en esta parte. También habla de la responsabilidad que tenemos respecto a quien es criatura e hijo o hija de Dios: "si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón". La segunda parte se centra en el don de la reciprocidad "los unos en los otros". La vida de los otros tiene que ver con nuestra vida y "esta reciprocidad es también reconocer el bien que el Señor realiza en ellos y agradecer con ellos los prodigios de gracia que el Dios bueno y todopoderoso sigue realizando en sus hijos." En la tercera parte del mensaje, Benedicto XVI habla del final de la cita "Para estímulo de la caridad y las buenas obras" y lo relaciona con el camino hacia la Santidad que todo cristiano tiene que recorrer, y que hace animarnos recíprocamente para alcanzar la plenitud del amor y de las buenas obras. El Papa finaliza el mensaje diciendo: "Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras".