21/03/12
El Evangelio: Un modo saludable de vivir
Estas preguntas, que pueden formularse también de otras maneras, están hoy al a orden del día. En la prensa y en la literatura. Cada año corren mares de tinta alrededor de ellas. Se multiplican las investigaciones, que tratan de demostrar, también empíricamente, la relación negativa o positiva entre fe y salud.
Sobre este telón de fondo está pensada y articulada la Campaña del Día del Enfermo en la Iglesia Española, que lleva justamente como tema: “El poder curativo de la fe”. Así expresado, puede limitar la amplitud del tema. En realidad, la fe puede no curar pero no cabe duda de que es saludable, de que hace bien, de que activa y potencia nuestras mejores energías, de que favorece una mejor calidad de vida; y, por supuesto - y está en buena medida su poder curativo – puede liberar de esclavitudes y dependencias/adicciones patológicas, sanar relaciones insanas y enfermizas, despertar de letargos a quienes tienen el alma dormida, sanar la mirada de quienes viven en el prejuicio o en las tinieblas. Sobre este tema el P. Francisco Álvarez, ha impartido en el último mes conferencias y jornadas en diferentes lugares de España: Madrid, Málaga, Plasencia, Miajadas, Valls.
El tema despierta en todas partes un gran interés porque, entre otras razones, remite a la experiencia íntima y personal de los creyentes. Este es uno de los retos y oportunidades para los creyentes de hoy (y para toda la Iglesia): Descubrir en Jesús y en su Evangelio la fuente de una mejor calidad de vida, los recursos para una vida más saludable, los valores que dan consistencia y liberan de esclavitudes, la gracia de una relación filial con Dios que dignifica y da esperanza, la fuerza para afrontar las adversidades…
También hoy, de Jesús, el hombre saludable por excelencia, “sale una fuerza que pone buenos a todos”. Descubrirlo y proclamarlo así es la vocación y misión de la Iglesia.