Despidiendo la semana con un cuento
Una competición de sapos
El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una enorme multitud de gente dispuesta a vibrar y gritar por ellos.
Comenzó la competición. Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:
- ¡Qué pena! Esos sapos no lo van a conseguir, no lo van a conseguir ...
Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud seguía gritando: - ¡Qué pena, no lo van a conseguir!
Y los sapitos estaban ya dándose por vencidos ... salvo aquel sapito, que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición, todos desistieron, menos ese sapito, que curiosamente, en contra de todos, seguía y pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo. Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito fue a preguntarle cómo había conseguido concluir la prueba. Y descubrieron que... ¡era sordo!