Con alegría renovamos nuestro compromiso con el servicio a los enfermos.
El pasado 8 de diciembre, la Iglesia celebró la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, destacando la constante presencia de la Virgen María en los momentos cruciales de la vida de Camilo y en el inicio de nuestra Orden. En conformidad con la tradición anual en esta fecha especial, los religiosos camilos de nuestras comunidades en España y Argentina renovamos solemnemente nuestros votos.
Rememoramos de esta manera los votos solemnes realizados por San Camilo el 8 de diciembre de 1591, junto a sus compañeros, los cuales impulsaron significativamente la Orden, aprobada por el Papa Gregorio XIV el 21 de septiembre del mismo año.
Este día es de gran importancia tanto para la Orden como para nosotros, los religiosos camilos, ya que nos brinda la oportunidad de tomar conciencia especial de la relevancia y trascendencia de nuestra vocación.
La celebración adquiere un valor simbólico, dado que los religiosos profesos asumimos un compromiso de por vida. No obstante, esta renovación nos brinda la ocasión propicia para reflexionar sobre nuestro compromiso. Con libertad y determinación, decidimos cuidar a los enfermos hasta dar la vida, tal como lo indica el cuarto voto de nuestra consagración.