29/05/12
Creer es saludable… en el Desierto de las Palmas
El Desierto de las Palmas es un lugar donde se respira naturaleza sana y fresca, espiritualidad a flor de plantas y flores, de ermitas y de soledad… Se levanta hacia el cielo, casi de repente, sobre Benicassim (Castellón), que es mar y playa. Allí, los días 19 y 20 de mayo, Francisco Álvarez, ha compartido con una veintena de carmelitas misioneras teresianas sobre el tema “El poder saludable y terapéutico de la fe”. Sí, de la anunciada, vivida y celebrada. Creer, además de bueno, es saludable. Es saludable, más que medicinal, porque contribuye, según acredita la experiencia, a potenciar los centros vitales de la persona. Da lucidez y despierta de letargos. Afianza la libertad y le da nuevos contenidos. Potencia, motiva y enriquece nuestro tejido relacional. Aporta sentido. Abre la mente y el corazón a nuevos horizontes. Da consistencia y contenido a la esperanza. Abre a una reconfortante y filial relación Dios. Sí, la fe, sobre todo la fe buena, puede liberar de esclavitudes patológicas, sanar relaciones enfermas o enfermizas, sanar la memoria, liberar de la sensación de absurdo… Un cursillo que ha reforzado en las participantes el gozo de creer, la conciencia de la bondad y hermosura del regalo de la fe.