Pregón de las fiestas de Navidad San Camilo
Compartimos la reflexión de José Carlos Bermejo, delegado general de los religiosos Camilos para la provincia Española con la que abría las festividades Navideñas en el centro San Camilo.
Os animamos a reflexionar con estas palabras y que nos permitan vivir con mayor profundidad la fiesta de la Navidad, Dios se Humaniza!
Arre borriquito, arre burro arre, anda ligerito, aunque no llegamos tarde. Que ha dicho el gerente y los concejales que para felicitar en San Camilo, la rifa está que arde.
Ya queda poco para la Navidad, y estamos preparando la fiesta que para los creyentes es del Misterio de la Encarnación, del Nacimiento del profeta Jesús, gran humanizador que marca la historia y determina el año en que nos encontramos: 2021. Y para los no creyentes, es esa fiesta tradicional donde los encuentros familiares se ven reforzados en torno a la mesa y el intercambio de regalos y otras costumbres. Pero no todos saben el origen de los numerosos símbolos que en este tiempo nos acompañan.
Arre borriquito, arre burro arre, que estamos por conocer el sentido del Belén, del Arbol, de Papá Noel y otros símbolos tan entrañables.
La historia del Nacimiento (el Belén)
Un “capricho místico” de San Francisco de Asís. Eso es el Nacimiento, el Belén, el Pesebre o, si es reducido a las figuras principales, el Misterio.
San Francisco estaba ya al final de su vida –moriría tres años después– cuando se retiró a pasar la Navidad en un eremitorio en el pueblo de Greccio, Italia, en 1223, y allí fue donde sintió la necesidad de reconstruir el nacimiento de Jesús.
Estaba prohibida la representación dramática en las iglesias, pero Francisco celebró con los habitantes del pueblo en lo que hoy llamaríamos un Belén viviente y se reprodujo el pesebre en una gruta que aún hoy se puede visitar y desde la que se divisa un precioso valle que fue el que, al contemplarlo, inspira la imagen de muchos de los Belenes.
Los franciscanos, reprodujeron la escena que habían visto en Greccio, pero con figuritas. Así se expandió el Belén, llegando a España con Carlos III en el siglo XVIII.
Arre borriquito, arre burro arre, que vamos a decir en San Camilo que sigan poniendo Belenes para poder adorarle.
Los Reyes Magos
El 6 de enero se celebraba una fiesta desde tiempos inmemoriales en Oriente, pero con un sentido pagano: En Egipto y Arabia, durante la noche del 5 al 6 de enero se recordaba el nacimiento del dios Aion. Creían que él se manifestaba especialmente al renacer el sol, en el solsticio de invierno. La fiesta de la Epifanía sustituyó a estos cultos paganos de Oriente.
La historia de los Magos de Oriente evoca que después de haber nacido Jesús en Belén de Judea, en el tiempo del Rey Herodes, unos Sabios de Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Dónde está el que ha nacido, el Rey de los Judíos? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo…. Los Magos, con su diferente procedencia (de ahí que se presente a uno de color), quieren evocar que el nacimiento de Jesús llegará a ser relevante para todos los pueblos.
No falta quien cree que también la rosca de Reyes esté cargada de simbolismo tomado de costumbres judías de comer pan ázimo el 6 de enero, escondiendo un muñeco de barro dentro para evocar modos de esconderse, para evitar una recordada matanza que habría coincidido posiblemente cuando Jesús tenía 3 años. Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la narración de la visita de los Sabios para la celebración de la Epifanía haciendo dulces en forma de Rosca, adornándolos con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces.
Arre borriquito, arre burro arre que solo en España tenemos Reyes Magos que en Italia tienen a la Beffana (la bruja) y en otros países ni pueden recordarle. Arre borriquito, arre burro arre, que Melchor, Gaspar y Baltasar, en Tres Cantos salen de San Camilo que, tras el chocolate, no hay quien les amarre.
Arre borriquito, arre burro arre, escribamos todos la carta, para que no traigan carbón que queremos mejores salarios en esta profesión.
El árbol de Navidad
El árbol de Navidad tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol. Esto explica la costumbre de poner a los árboles luces.
El árbol era también símbolo de la vida, por no perder en invierno su verde follaje cuando casi toda la naturaleza parece muerta. En algunas casas, en los países nórdicos, durante el invierno, se cortaban ramas y se le decoraba con pan, fruta y adornos brillantes para alegrar la vida de los habitantes de la casa mientras transcurría el invierno.
Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas son del s. XVI y menciona a la región de Alsacia.
Arre borriquito, arre burro arre, cantemos en torno al árbol, a pesar de la pandemia, villancicos religiosos o populares, que para hacer fiesta no lleguemos tarde.
La historia de San Nicolás (Papá Noel o Santa Claus)
La leyenda de Papá Noel es antigua y compleja, y procede en parte de San Nicolás de Bari. ¿Quién fue Papá Noel? En ciertas regiones lo conocen como San Nicolás, en otras como Santa Claus, Papá Noel o el Viejito Pascuero.
San Nicolás de Bari fue un santo muy popular que se cree que falleció el 6 de diciembre del año 345. Sin embargo, como su día está cercano a la Navidad, se lo recuerda en esa fecha. Santa Claus evolucionó del nombre del santo en alemán: San Nikolaus. Parece que San Nicolás, perteneció a una familia muy rica, nació en Turquía y desde muy niño ayudó a los pobres, repartiendo sus riquezas. Fue nombrado obispo en Mira (Turquía). Por esto, en oriente se lo conoce como San Nicolás de Mira, aunque algunos católicos llevaron -en 1807- el santo a Bari (Italia) y lo denominaron San Nicolás de Bari.
En 1809 el escritor Washington Irving, escribió una sátira, Historia de Nueva York, en la que deformó al santo holandés, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus que regala juguetes a los niños en víspera de Navidad y que se transporta en un trineo tirado por nueve renos. Posteriormente, un dibujante alemán diseñó este personaje para sus tiras navideñas. Allí adquirió su vestimenta y se cree que su creador se basó en las vestimentas de los obispos de viejas épocas.
Ya en el siglo XX, la Coca-Cola encargó un pintor que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931.
Arre borriquito, arre burro arre,
vamos a visitar los Belenes y a encender el de San Camilo que al Niño Dios queremos honrarle.
Humanizando…
Amigos, hay que reconocer como adultos, que históricamente sabemos muy poco del nacimiento de Jesús, y que fueron dos evangelistas quienes, desde la experiencia de fe en el Resucitado, proyectaron sobre El, categorías importantes que refuerzan lo que importa, que es la bondad de Dios y del hombre, que hacen triunfar el Amor y acampar en nuestro mundo. Seamos creyentes o no, la Navidad nos evoca nuestra infancia, nos invita a reforzar lazos familiares, provoca que nos hagamos regalos como expresión de nuestros vínculos significativos y quiere ser un momento de fraternidad universal –a la que se refiere el papa Francisco- que nos une en torno a la alegría, compatible con las lágrimas furtivas y los recuerdos del corazón.
Arre borriquito, arre burro arre, sigamos poniendo Belenes y escribiendo cartas a los Magos que a niños y grandes vamos a alegrarles. Y un belén nuevo ha nacido en San Camilo: la hemodiálisis ha llegado. nos cuesta y nos pone en vilo, y en mejora de servicio nos deja bien parados.
Queridos compañeros de San Camilo:
Un mundo de cuidados, también en pandemia, es posible, como mostramos en San Camilo. Un mundo de apoyo mutuo como compañeros, es posible, como mostramos en San Camilo. Un mundo donde damos ejemplo en la humanización cuidando y enseñando, es posible, como logramos parcialmente en San Camilo. Un mundo donde trabajamos por mejorar las condiciones laborales, donde trabajamos por las familias (en el Centro y en la Atención a Domicilio), donde buscamos la igualdad, la eliminación de sujeciones, la protección de datos, la excelencia en la gestión de la calidad, el buen trato, el buen morir, es posible, como intentamos en San Camilo.
Un mundo con “más corazón en las manos” –como decía San Camilo, es posible. Un mundo más alegre, donde reine la ley del amor y de la paz, también en nuestra cotidianeidad, donde nos lo pongamos fácil unos a otros, es posible. Celebrémoslo.
Arre borriquito, arre burro arre, que ha dicho el Comité Asistencial que a ese Niño vayamos a adorarle. Arre borriquito, arre burro arre, vamos a visitar el Belén, a cuidar a los mayores con ternura y que en San Camilo la alegría y el amor, ganen.
Feliz Navidad a vosotros y a vuestras familias. Muchas gracias a todos.
José Carlos Bermejo