Compartimos el mensaje del Superior General de la Orden, P. Pedro Tramontin, con motivo de la celebración de la Semana Santa y la Pascua de Resurrección, destacando la importancia de la caridad ilimitada.
En medio de los momentos intensos de la Semana Santa, estamos llamados a renovar la esperanza a través de la resurrección de Jesús, a ser instrumentos de amor, compasión y cuidado, siguiendo el ejemplo de San Camilo, y a vivir en fraternidad y solidaridad.
¡Feliz Pascua a todos!
QUE VUESTRA CARIDAD NO CONOCA LÍMITES.
Queridos hermanos y hermanas,
Un cordial saludo a todos.
Estamos viviendo los intenso momentos de la Semana Santa: la pasión de Cristo nos devuelve a tantos hermanos y hermanas que sufren en el cuerpo y en el alma. En este contexto, reafirmamos con fe que la resurrección de Jesús nos traerá la esperanza renovada, que tanto anhelamos.
Espero que el misterio de la muerte y de la vida, que celebrarnos en la liturgia, renueve nuestro entusiasmo y nos haga más conscientes de la profundidad de nuestro carisma y del valor de nuestro ministerio con las personas que sufren.
Damos gracias a Dios por el don de la vida y por nuestra vocación, y agradecemos a San Camilo por su inspiración y su continua intercesión.
Me uno a todos vosotros en esta celebración de la Pascua y deseo
– Que podamos ser instrumentos de amor, compasión y cuidado de los enfermos y necesitados, tal como nos enseñó nuestro Padre Fundador. Que renovemos nuestra fe y nuestra misión de servir, con humildad y dedicación.
– Que la esperanza inherente a la Pascua nos fortalezca en nuestro camino y seamos testigos vivos del amor de Cristo cada día. Que la alegría de la resurrección esté en nuestros corazones y nos impulse a vivir en fraternidad y solidaridad.
– Que Jesús resucitado ilumine nuestros corazones y nos inspire a seguir sirviendo con amor, para que seamos testigos vivos de su amor, llevando esperanza y consuelo a los hombres y mujeres que sufren.
– Que la alegría de la resurrección radicalice nuestra vocación y nos anime en el ministerio, para que seamos instrumentos de curación, de compasión y de esperanza, siguiendo las huellas de San Camilo.
Que Jesús resucitado, en su infinita misericordia, consuele, a través de nosotros y de la comunidad cristiana, a los que sufren, cure a los enfermos y dé paz a los corazones atribulados.
La Pascua nos recuerda que Él está con nosotros en todas las circunstancias de la historia.
En mi nombre, en el de los consultores y cohermanos de la comunidad de la Magdalena, deseo a todos y a cada uno una santa y serena Pascua.
Que Dios, por intercesión de San Camilo, os bendiga abundantemente.
¡Feliz Pascua a todos!
P. Pedro Tramontín
Superior General