P. Franciso Berola religiosos Camilo y delegado de pastoral vocacional trabaja en la animación de las comunidades y el acompañamiento a los jóvenes que disciernen su vocación.
Este trabajo de dinamización y generar compromiso alrededor de la Pastoral Vocacional es fundamental para la vida religiosa. Alentar en la fraternidad y la oración comunitaria para que el «Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.» En estos encuentros se promueve una reflexión más amplia, más pausada, más profunda, a la luz de la Palabra de Dios, de la constitución de la congregación de los Ministros de los Enfermos, de las propuestas de la Iglesia y de cualquier otra herramienta que ayude al cuidado y la experiencia espiritual de la Pastoral Vocacional.
En los encuentros se pide fomentar la oración faterna por la vocación y nombrar un delegado en cada comunidad que pueda animar esta pastoral a todos los niveles.
La columna vertebral de la Pastoral Vocacional es el ejemplo y el testimonio de vida, como se afirma en diversos textos como el Nº 71 de la constitución:
“Todos tomamos parte en esta tarea con el testimonio de nuestra vida, con la oración y con la evangelización. Además, nuestras comunidades, con el ejemplo de vida y con una eficaz acción pastoral, son mediadoras de nuestra vocación en el ámbito de la Iglesia local, y colaboran con ella en la animación vocacional. Cada comunidad se compromete a esta importante obligación y programa todo lo necesario para una fructífera promoción vocacional.”
Así como Perfectae Caritatis 24:
“Es lícito a los Institutos divulgar el conocimiento de sí mismos para fomentar vocaciones y reclutar candidatos, con tal que esto se haga con la debida prudencia y observando las normas dadas por la Santa Sede y por el Ordinario del lugar. Tengan en cuenta, sin embargo todos, que el ejemplo de la propia vida es la mejor recomendación de su propio Instituto y una invitación a abrazar la vida religiosa.”
En esta tarea de animación se trabaja mucho con las comunidades la clave de la esperanza y la ilusión, más allá de la situación concreta de la vida religiosa y la interpretación del signo de los tiempos no nos podemos permitir caer en el desánimo en la cuestión vocacional, ya que no solo está en juego el número de nuevos postulantes, sino la credibilidad de la misión y el carisma de la congregación.
Esperamos y animamos a todas las personas vinculadas a los religiosos Camilos y especialmente a los religiosos que pongan en oración profunda y con ánimo de discernir la voluntad de cuidar la viña que Dios nos confía y con la que estamos comprometidos.