El próximo 2 de marzo la Iglesia en el mundo celebra el Miércoles de Ceniza, Con el cual se comienza el tiempo litúrgico de cuaresma, que nos prepara para vivir los misterios de la Semana Santa.
Ante la situación que se está viviendo en Ucrania, el Papa Francisco, hace un llamamiento a creyentes y no creyentes a unirse en oración por la paz en en este país, el primer día de Cuaresma y exhortó a todas las partes implicadas en la crisis a que «hagan un examen de conciencia ante Dios» y se «abstengan de acciones que provoquen más sufrimiento a las poblaciones y desacrediten el derecho internacional»
Ante esta realidad, los religiosos camilos, comprometidos en la humanización del mundo de la salud, nos unimos en oración y a los sentimientos del papa y de toda la Iglesia.
Igualmente, como parte de la Iglesia hacemos eco del comunicado de prensa de la CONFER, ante esta difícil situación:
La guerra sólo provoca sufrimiento. Pedimos que se pongan todos los esfuerzos para que la Paz se imponga a la sinrazón y a la barbarie.
Desde la CONFER queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad al pueblo ucraniano, especialmente a los más vulnerables, que están sufriendo tanto dolor por la situación que se está viviendo en su país tras la guerra declarada por Rusia.
La violencia nunca es la solución a los problemas. Abogamos por el diálogo para acercar las diferencias y usar la inteligencia para que ambas partes logren entenderse.
Mostramos nuestra cercanía con la iglesia y los religiosos y religiosas que vivirán mucho más de cerca esta lamentable guerra, congregaciones presentes en Ucrania, cercanas a las nuevas necesidades que ahí se generan y con necesidad de superar reacciones de odio, venganza… para que eso no endurezca el corazón entre países hermanos en otros momentos; y congregaciones en Rusia, llamadas a mostrarse disidentes contra la guerra, violencia y explicitar que la población no apoya a su gobierno en estos hechos.
Nos unimos a las palabras del Papa Francisco donde hacía un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos.
El próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco ha invitado a hacer una Jornada de ayuno por la paz. Desde la CONFER deseamos que todas las comunidades religiosas puedan unirse en los diferentes lugares a las iniciativas que surjan en favor de la paz y abrir nuestras puertas a aquellos/as que necesiten acogida como refugiados/as.
Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo que celebramos el próximo viernes 11 de febrero, Vatican News, portal de información de noticias proporcionado por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, hace eco de la especial celebración del sínodo que se llevará a cabo en el Hospital Santa Maria della Pietà de Casoria, de los religiosos Camilos de Nápoles.
La apertura del «Sínodo en la sala», el 11 de febrero, estará marcada por momentos de oración y la celebración de la Eucaristía presidida por el arzobispo de Nápoles, monseñor Domenico Battaglia. El hermano Carlo Mangione religioso camilo, director del Hospital Santa Maria della Pietà de Casoria, subraya que la Jornada Mundial del Enfermo nos ayuda a comprender que las personas que sufren «representan la presencia viva de Jesús».
«Junto con la Eucaristía los pobres y los enfermos, son también la presencia real de Jesús: son para todos nosotros el camino de nuestra santificación, una oportunidad para nuestro crecimiento espiritual». «Nuestra familiaridad con ellos nos hace ejercer la Misericordia, aprendiendo a ser tan misericordiosos como el Padre».
Igualmente, el reportaje recoge el testimonio del hermano Carlos sobre el papel de los religiosos camilos en este largo tiempo de pandemia: “Nos hemos sentido como una gran familia, estábamos todos en conexión con el personal sanitario y el mundo del voluntariado. San Camilo quería tener 100 brazos para aliviar el sufrimiento de tantos hermanos enfermos. Los trabajadores sanitarios fueron y son en todo momento en las salas los 100 brazos de San Camilo que, después de más de cuatro siglos, siguen viviendo su mensaje y su enseñanza.
El Centro San Camilo, hace un llamado a todas las personas interesadas en compartir y vivir el compromiso social a través del voluntariado, propuesta que pretende recuperar una de las dimensiones que identifican a San Camilo y que se ha visto muy resentida durante el tiempo de la pandemia, de forma más concreta, en el Centro Asistencial.
Tomamos conciencia de que muchas personas comparten la mirada de cuidar a la persona poniéndola en el centro de la intervención, desde los valores de justicia, compromiso y compasión. En las obras de los religiosos Camilos, la apuesta por el voluntariado es clave de la identidad, sumar a la sociedad civil a nuestros proyectos de cuidado y difusión de una manera humanizada de cuidar.
Esta opción por un voluntariado que se convierta en motor de la sociedad para transformarla y hacer que sea más justa y humana es clave para la provincia Española y la difusión del carisma camiliano. Por ello animamos a toda persona que comparta esta mirada o desee comprometerse y empaparse de esta manera de ser, saber y hacer; que se una a los diferentes equipos de voluntariado de las obras de los religiosos Camilos. En atención a la dependencia y personas mayores, acompañando en el duelo y la elaboración de crisis, acompañando en la soledad, dinamizando actividades con personas mayores y dependientes, colaborando en acciones concretas para la gestión y el servicio de los diferentes centros, animando en la liturgia o actividades pastorales; etc.
Puedes cumplimentar el formulario de inscripción en el siguiente enlace:
Un año más el Centro de Humanización de la Salud de los religiosos camilos, celebra la X Jornada de ética asistencial de forma presencial el próximo martes 8 de marzo de 2022. Organizadas por el Comité de ética del Centro, estas jornadas están dirigidas a profesionales y estudiantes, constituye una estupenda actividad para acercarse a la bioética y sus implicaciones en la atención humanizada a personas dependientes.
El tema de reflexión de este año será “Ética en el Final de la vida”, para lo cual contará con la participación de expertos en el tema.
La jornada comenzará a las 9:00 horas con el saludo e intervención del Delegado General de los religiosos camilo de España, Hno. José Carlos Bermejoy Dña. Laura Steegman, presidenta del CEA San Camilo.
De 09:15-10:00 se desarrollará el tema Cuidado y acompañamiento. Esencia de la humanización con la intervención de varios ponentes:
El cuidado y el acompañamiento nos hace humanos. Perspectiva filosófica/antropológica/relacional. D. Francisco Javier Rivas, Doctor en Medicina, Máster en Bioética y en Dirección y Administración de Servicios Sanitarios.
El cuidado desde la nueva visión de la capacidad. Las instrucciones previas.. D. Antonio Martínez Maroto, Doctor en Derecho. Máster en Bioética.
El cuidado y el acompañamiento, una actividad planificada. Perspectiva asistencial: planificación anticipada de cuidados. D. Xabier Azcoitia, Licenciado en Teología, Máster en Counselling y en Duelo.
¿Cómo cuidamos y acompañamos a los mayores? Institucionalización y atención a los mayores frágiles. Dña. Lourdes Iglesias, médico en la Residencia Asistida San Camilo, Máster en Bioética.
De 12:00 a 13:00h se reflexionará sobre el Acompañamiento en El marco de la Ley Orgánica de la Regulación de la Eutanasia (LORE). Aproximación al Manual de Buenas Prácticas. Implicaciones prácticas, marco de la objeción de conciencia en la Ley, a cargo de la profesora de Bioética de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología. Universidad Complutense de Madrid, Dña. Tayra Velasco
La jornada finalizará a las 13:30 con las conclusiones de D. Francisco Javier Rivas, Vicepresidente del CEA San Camilo.
Hoy 2 de febrero; Fiesta de la Presentación del Señor los religiosos camilos rememoramos que en el año 1575, Camilo de Lelis comienza un proceso de conversión que le lleva a dar sentido a su vida dedicándola al servicio de los enfermos.
La mañana del 2 de febrero en el camino de S. Giovanni Rotondo a Manfredonia cambia radicalmente la vida del joven camilo que para entonces contaba con 25 años. Su vida no sería la misma a partir de este momento.
Compartimos con el vídeo que realizamos para la Maratón San Camilo del pasado año 2021 en el que narramos esta parte de la vida de camilo, así como el testimonio de los religiosos Antonio Alegre y Franklin Fuentes de la provincia Española.
Nápoles, otoño de 1574, Camilo ha tocado el fondo de su miseria física y espiritual. Tiene 24 años y la dura experiencia de soldado aventurero lo ha madurado. De no ser por la llaga que de vez en cuando lo fastidia, podría sentirse tranquilo y realizado en la vida militar, aunque tenga que sufrir las tristes consecuencias de su pasión por los juegos de azar.En compañía de un amigo que lo sostiene con el producto de la venta de su capa militar, parte de nuevo en búsqueda de la fortuna a los campos de batallas. Es un joven alto y robusto, se siente fuerte y la encontrará; está seguro de ello: se trata sólo de tener un poco de paciencia y esperar que venga la primavera, pero el hambre y el frío empiezan a preocuparle.
En Manfredonia, una pequeña ciudad del sur de Italia, a orillas del Adriático, se ve obligado a tomar una decisión grave: robar o pedir limosna. Una vez más la formación materna surge dentro de la mente, lo orienta y lo salva: opta por mendigar en la puerta de una Iglesia. Allí lo ve don Antonio Nicastri, maestro de obras del Convento de los Padres Capuchinos y, movido por la compasión, le ofrece un trabajo para vivir: peón de albañil en la construcción del mismo convento. Camilo pide tiempo para consultar a su amigo de viaje Tiberio. Ni hablar -le contesta el amigo- aceptar significaría romper con tu vocación, un soldado con vocación es un caballero que no puede trabajar. Juntos se van hacia Barletta a fin de alistarse en cualquier ejército, pero… ¡qué decepción! no hay a la vista ningún reclutamiento, al menos hasta la primavera del año siguiente. Es un momento difícil (el momento de Dios). Camilo no lo sabe, pero rompe con Tiberio y regresa a Manfredonia para aceptar el trabajo… hasta la primavera. Después -piensa Camilo- volveré a las armas.
El trabajo aceptado consistía en arrear dos borricos, durante todo el día, cargados con materiales de construcción. Su personalidad mortificada, a veces se rebelaba; los chiquillos de la calle se burlaban; la pasión del juego gritaba sus exigencias. Varias veces estuvo a punto de matar a los borricos y escaparse, y sólo los buenos frailes para quienes trabajaba, lograron calmarlo subiéndole el sueldo e invitándolo a la paciencia.
Día tras día comenzó el Señor a entrar profundamente en su vida, y a dejar su huella cada vez más honda. Si bien es cierto que Dios nunca había desaparecido completamente de su interior, las pasiones lo habían marginado y sólo en momentos difíciles había hecho sentir su presencia. Ahora su voz secreta y profunda se revelaba cada día en una inquietud de corazón nueva y constante. Entreteniéndose con los buenos frailes durante los ratos de descanso y participando con ellos en la oración, Camilo empezó a reflexionar sobre su pasado y su futuro. El recuerdo de su madre, el voto de hacerse fraile nunca cumplido y la vida sencilla de estos hombres, revolucionaban su escala de valores y ponían en crisis su vocación de soldado aventurero.
Pasaron meses. El 1º de febrero de 1575, lo enviaron al convento de San Giovanni Rotando en las alturas del Gargano, para cambiar dos odres de vino por otros alimentos. En la noche, después de la comida, el guardián Padre Ángel conversó largamente con él sobre el pecado, la misericordia de Dios y la felicidad de los que viven en gracia. Dios lo es todo, lo demás, todo lo demás es nada», le dijo al desearle las buenas noches.
Fue aquella una mala noche para Camilo: no pudo dormir. Entonces -pensaba- si Dios lo es todo, también la gloria, el dinero, el juego es nada. ¿Y su pasado?, ¿sus ilusiones? Se sintió descontrolado. Quería salir de esta situación, a costa de cualquier cosa. Siempre el mismo testarudo. Pero ahora se trataba de jugarse verdaderamente la vida, porque ya no bastaba una promesa: había que cambiarlo todo de una vez y para siempre.
El amanecer del 2 de febrero lo sorprendió despierto y agitado. Participó en la Misa de la Candelaria; y se despidió rápidamente, como si tuviera miedo de que leyeran en su mente la lucha del corazón. El burro caminaba lento y el silencio de la naturaleza en el valle solitario, lo invitaba a la meditación. Camilo aceptó enfrentarse consigo mismo. ¿Qué hacer de su vida placentera? Una sensación de vacío, de frustración, lo invadió. Repasó en su mente el recuerdo de la madre muerta con el corazón dolorido por sus travesuras; la muerte de su padre, sin gloria ni dinero; su juventud derrochada en el pecado; la vanidad de sus ilusiones.
Y la conclusión llegó como luz deslumbrante: Si Dios lo es todo. Él sólo es el Absoluto de quien lo anhela con todo su ser; Él sólo puede dar un sentido último y auténtico a la vida. Ser caballero de este Señor, entregarse a su servicio y al de sus hijos más humildes… es un ideal, superior a cualquier otro, que verdaderamente vale la pena conseguir”.
La emoción se apodera de Camilo, una presencia nueva se hace sentir dentro de él y lo impulsa a dejar el pasado de una vez para siempre y a mirar al futuro como un reto, como una conquista.
El caminante no puede proseguir. · Salta del burro y se postra rostro en tierra invocando entre sollozos a su nuevo Señor: Perdóname, Señor… infeliz de mí que por tanto tiempo no te he conocido ni te he amado como mereces… Dame tiempo, Señor, para hacer penitencia y llorar mis pecados… no más mundo, no más mundo.
Al volver al convento de Manfredonia se traza un camino nuevo: será fraile capuchino. Pide el hábito religioso: quiere hacer penitencia de su pasado, dedicarse a la oración y consagrar su vida a Dios.
Ha sido publicado recientemente en la editorial Complicités de Francia la tesis doctoral del p. Agustín Bado“Ensayo sobre el duelo y la narración del enfermo terminal. Hitos antropológicos y filosóficos para el acompañamiento de las personas al final de la vida y en duelo»
El objetivo de este trabajo es abordar, a través de la reflexión filosófica, las diferentes manifestaciones y vivencias del duelo en la existencia humana, abordando varios temas asociados a la psicología, la antropología, la ética y la filosofía. Se trata particularmente de buscar herramientas para acompañar a las personas en situación de final de la vida y duelo.
Para alcanzar esta meta, el método de aproximación adoptado se inscribe en el marco de la fenomenología, combinada con la hermenéutica. La intención del autor es abordar el duelo tal como se manifiesta y se vive a partir de las experiencias de las personas afectadas por la muerte de un ser querido, sin olvidar las que se están muriendo por una enfermedad grave, y quienes las cuidan o las acompañan.
Se trata de considerar el fenómeno del duelo bajo varias facetas (duelo ante mortem y post mortem), lo que implica hablar de duelos del paciente muriente, de sus allegados y del personal cuidador.
Por ello, tal como el duelo ha servido a Sigmund Freud, como marco general para aproximar el tema de la melancolía, la intención es pasar por el duelo como un canal, o un paradigma, para reflexionar también sobre el final de la vida, buscando herramientas y recursos para acompañar a las personas afectadas.
El conjunto de este trabajo está dividido en tres partes:
Duelo, su representación y conceptualización
Final de la vida, apuestas y acompañamiento
Duelo, narración y supervivencia
El p. Augustin Bado, es religioso camilo de Burkina faso, desarrolla su ministerio como Capellán del Hospital Universitario “La Fe” de Valencia, España. Tras estudiar Humanización de la Salud, Conunselling, Intervención en el Duelo en el Centro de Humanización de la Salud, se doctoró en Pensamiento Filosófico Contemporáneo en la Universidad Pública de Valencia (España).