Nueva Publicación: Reglamento de Formación de la Orden de Ministros de los Enfermos

Acaba de ser publicado en español el Reglamento de formación de la Orden Ministros de los Enfermos: Orientaciones generales presentado en italiano por la Consulta General el 8 de diciembre de 2017. Este texto hace parte de la colección “Más corazón en las manos” publicado con ediciones Mensajero (Grupos de Comunicación Loyola).

Con esta versión actualizada del Reglamento de formación la Orden responde a un apremio del LVIII Capítulo general extraordinario de 2014 en Roma, que descubrió –en el contexto del Proyecto camiliano: por una vida creativa y fiel: desafíos y oportunidades– el área de la formación y de la promoción vocacional como una de las tres prioridades de la Orden para el sexenio 2014-2020.

Uno de los requisitos en este sector estratégico y vital de la vida de la Orden era la actualización de las líneas guía de la formación: «ahondar en la realidad de la formación teniendo en cuenta los frecuentes abandonos entre los jóvenes y valorar la necesidad de trabajar por áreas geográficas y lingüísticas».

Este texto constituye un referente necesario, muy necesario, tanto para los formadores como para los formandos y los religiosos en general. Expresa un modo de pensar el “ser religioso camilo hoy”, así como un modo de comprometerse con el presente y el futuro de la Orden.

Despidiendo la semana con un cuento

Ángeles viajeros

Dos ángeles viajeros se detuvieron a pasar la noche en casa de una familia adinerada, cuyos miembros, bastante groseros, se negaron a hospedar a los ángeles en el cuarto de huéspedes de la mansión y les ofrecieron un pequeño espacio en el sótano, sobre cuyo frío y duro suelo se dispusieron los ángeles a pasar la noche. Pero, antes de dormirse, el ángel mayor vio un hoyo en la pared y lo reparó. Cuando el otro ángel, más joven le preguntó por qué lo hacía, el mayor le contestó:

– Las cosas no siempre son lo que parecen.

A la siguiente noche, los dos ángeles fueron a descansar en la casa de un granjero y su esposa, los cuales eran muy hospitalarios.
Después de compartir con ellos la poca comida que tenían, la pareja dejó a los ángeles dormir en su cama, donde pudieran tener una buena noche de descanso.

Cuando el sol salió a la mañana siguiente, los ángeles encontraron al granjero y a su esposa llorando: su única vaca, cuya leche había sido su único sustento, había muerto en el campo.

El ángel joven se enfadó y le preguntó al mayor cómo había dejado que eso ocurriera:

– El primer hombre lo tenía todo y, aun así, lo ayudaste -le dijo-. La segunda familia no tenía nada, pero compartía amablemente lo que tenía, y tú dejaste que su vaca muriera.

El ángel mayor respondió:

– Las cosas no siempre son lo que parecen. Cuando estuvimos en el sótano de la mansión, noté que había oro dentro del hoyo en la pared. Ya que el dueño estaba obsesionado con la avaricia y no compartía lo que tenía con los demás, sellé el hoyo para que no encontrara el oro.

Anoche, mientras dormíamos en la cama de los granjeros, el ángel de la muerte llegó a por la esposa del dueño. En su lugar, le di la vaca. Las cosas no siempre son lo que parecen.

Para la reflexión:

– Puedo caer en la cuenta de que «las cosas no son siempre lo que parecen» en relación a …

– Quizá me cueste compartir o sea especialmente generoso en ciertas circunstancias…

 

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