Encuentro Intercongregacional de la Gran Familia de San Camilo

“Nadie construye el futuro aislándose sino reconociéndose en la verdad de una comunión que siempre se abre al encuentro, al diálogo, a la escucha y a la ayuda mutua”

El pasado sábado 25 de noviembre en la Casa General de las Hijas de San Camilo de Grottaferrata (Roma) se realizó un encuentro del Superior General y la Consulta con las Superioras Generales y de las respectivas consejeras de la gran Familia de San Camilo: 

  • Hijas de San Camilo
  • Ministras de los Enfermos
  • Sierva de la Encarnación
  • Misioneras de Cristo Esperanza.

El tema de reflexión de este encuentro ha sido “Un carisma y muchos rostros”. El objetivo de este encuentro ha sido analizar y compartir los desafíos y las expectativas comunes.

Como texto de reflexión se ha tomado la Carta Apostólica del papa Francisco a todos los consagrados con ocasión del año de la vida consagrada:
"También espero que crezca la comunión entre los miembros de los distintos Institutos. ¿No podría ser este Año la ocasión para salir con más valor de los confines del propio Instituto para desarrollar juntos, en el ámbito local y global, proyectos comunes de formación, evangelización, intervenciones sociales? Así se podrá ofrecer más eficazmente un auténtico testimonio profético. La comunión y el encuentro entre diferentes carismas y vocaciones es un camino de esperanza. Nadie construye el futuro aislándose, ni sólo con sus propias fuerzas, sino reconociéndose en la verdad de una comunión que siempre se abre al encuentro, al diálogo, a la escucha, a la ayuda mutua, y nos preserva de la enfermedad de la auto referencialidad". (Parte II, Nº 3)
Con esta carta me dirijo, además de a las personas consagradas, a los laicos que comparten con ellas ideales, espíritu y misión. Algunos Institutos religiosos tienen una larga tradición en este sentido, otros tienen una experiencia más reciente. En efecto, alrededor de cada familia religiosa, y también de las Sociedades de vida apostólica y de los mismos Institutos seculares, existe una familia más grande, la «familia carismática», que comprende varios Institutos que se reconocen en el mismo carisma, y sobre todo cristianos laicos que se sienten llamados, precisamente en su condición laical, a participar en el mismo espíritu carismático." (Parte II, Nº 1)
Igualmente en este encuentro se definió el calendario de encuentros para los próximos años con el objetivo de seguir fortaleciendo los lazos de unidad y de fraternidad entre los institutos que comparten el carisma y la espiritualidad de San Camilo:

Año 2018.

  • 24 de abril de 2018: Encuentro de la Familia Carismática Camiliana
  • 14 de julio de 2018: Celebración de la fiesta litúrgica de San Camilo.  
  • 27 de noviembre de 2018: Encuentro Intecongregacional de la Familia Carismática Camiliana
  • 8 de diciembre de 2018: Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Renovación de Votos religiosos

Año 2019.

Encuentro Internacional Intecongregacional con los Institutos que se inspiran en el carisma de San Camilo (Familia Carismática Camiliana) Fecha: del 11 al 18 de marzo de 2019 en Roma  Tema: ¿Cuál es la profecía camiliana Hoy? “Escuchando el pasado, viviendo el presente en vistas al futuro”

La Editorial Nabu Press publica el tercer volumen de la Obra: Tesoro de la Doctrina Cristiana.

Obra del Hno. Pedro Díaz Bote, religioso camilo de la Provincia Española en 1726.

Sale a la luz a través de la editorial Nabu Press la tercera parte de la obra teológica del Hno. Pedro Díaz Bote, religioso camilo de la Provincia de España en 1726. 
Se trata de una colección de tres tomos estructurado en varias “platicas espirituales” (reflexiones) que tenían como objetivo ofrecer algunas orientaciones prácticas en la vida del fiel cristiano. En palabras del autor un “Tesoro de la doctrina cristiana: en el cual, en forma de pláticas… se explica lo que el cristiano debe saber y entender para saber bien orar, obrar y creer.”:
  • Primera parte. En la cual se explica la obligación que todos tienen de saber la doctrina cristiana. El persignarse, y los misterios que encierra. El padre nuestro. El ave maría. Los artículos de la fe, y demás artículos, que se contienen en el credo, y la salve Regina.
  • Segunda parte. En la cual se explican las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Los siete sacramentos de la Iglesia, los diez preceptos del decálogo y los cinco mandamientos de la Santa madre Iglesia 
  • Tercera parte en la cual se explican los siete vicios o pecados que llaman capitales; los novísimos o postrimerías del hombre; las indulgencias, y privilegios de la bula de la santa cruzada; y la sacratísima pasión de nuestro señor Jesucristo

Hno. Pedro Díaz Bote

Nació en 13 de marzo de 1673 en la diócesis de Plasencia. Profeso el 8 de septiembre de 1699 en la Provincia Española de los religiosos camilos. Murió en Madrid el 28 de diciembre de 1747.

El Papa Francisco critica el "ensañamiento terapéutico" en los enfermos terminales

El diario el Mundo hace eco del comentario de José Carlos Bermejo sobre la carta del Papa y el encarnizamiento

El diario el Mundo tanto en su versión offline como online del pasado 17 de noviembre hace eco del comentario que José Carlos Bermejo, hace de la carta que el Papa Francisco ha escrito a Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida y a los participantes en el Encuentro Regional Europeo de la Asociación Médica Mundial (Vaticano 16 y 17 nov.) sobre el encanizamiento terapéutico y la cultura paliativa: 

Hora de la cultura paliativa

“Francisco escribió por carta a Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida: "No es obligatorio emplear siempre todos los medios terapéuticos potencialmente disponibles, y en casos determinados, es lícito abstenerse". Es algo que ya afirmaban sus predecesores, desde el Papa Pío XII, y los que promueven las siete leyes autonómicas existentes en España sobre derechos y garantías de las personas al final de la vida. El Papa desea una cultura paliativa, no sólo unos cuidados paliativos. Se le ve preocupado por cuidar a los más frágiles, cuidar siempre, no abandonar nunca. Francisco se opone al llamado encarnizamiento técnico (diagnóstico o terapéutico). Sabe que muchas personas mueren de una forma angustiante, con dolor y en soledad, y que para dar una respuesta adecuada se requiere "un suplemento de sabiduría, porque hoy es más insidiosa la tentación de insistir con tratamientos que producen potentes efectos en el cuerpo, pero no benefician al bien integral de la persona". El que habla es un jesuita que sabe que en los países ricos corremos "el riesgo de depender más de la disponibilidad económica de las personas que de las efectivas exigencias de curación".Sostener funciones biológicas -o sustituirlas- puede ser insuficiente porque en ocasiones esto no equivale a promover la salud, afirma un Papa que apuesta por humanizar el cuidado de la vida y del morir, condenando la eutanasia y proponiendo la solidaridad compasiva. Un renovado no a la eutanasia y una importante apuesta por los cuidados paliativos y la cultura paliativa, humanizadora de la solidaridad compasiva al final de la vida. 
(Tomado del diario el Mundo del 17 de noviembre de 2017. )

Los religiosos camilos celebran la Fiesta de la Virgen de la Salud.

En el marco de esta celebración, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral organiza la conferencia internacional “Enfrentar las desigualdades mundiales en materia de salud”.

El próximo jueves 16 de noviembre la Iglesia y la Orden celebran la Fiesta de María Salud de los Enfermos, una advocación muy apreciada por estar ligada al carisma del Instituto y a la experiencia espiritual de San Camilo. 
La figura de la Virgen María ha estado presente en los momentos centrales de la vida de Camilo y del comienzo del instituto: 

  1. La Conversión a Dios sucedió en el día que se celebra la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen un 2 de febrero de 1575.
  2. El primer pensamiento que tuvo camilo de instituir la compañía se da en torno a la fiesta de la asunción de la virgen María de 1582.
  3. Camilo y sus compañeros hacen la profesión solemne el 8 de diciembre de 1591, Fiesta de la Inmaculada Concepción.

En la Iglesia de la Magdalena de Roma la fiesta de la Virgen de la Salud se celebrará con un triduo de reflexión y oración que comienzo hoy 13 de noviembre y culmina el próximo jueves 16 con la celebración eucarística presidida por  Mons. José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica.

En el marco de esta celebración, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en colaboración con la Confederación Internacional de Instituciones Sanitarias Católicas (CIISAC) organiza en el Vaticano la conferencia internacional “Enfrentar las desigualdades mundiales en materia de salud”.
El evento, que se realizará del 16 al 18 de noviembre, tiene como objetivo profundizar en el tema de “las desigualdades relacionadas con la salud en el mundo, en materia de servicios, enfrentado varios desafíos del ámbito sanitario” como “la construcción de un sistema económico al servicio de la persona y de una sociedad más justa e inclusiva; la capacidad de activar la asistencia personalizada no solo para el paciente, sino también para su familia”.
Otros desafíos que alentarán la reflexión son la repercusión de la innovación farmacéutica y el acceso a los medicamentos esenciales para todos; las problemáticas de la bioética y la protección del derecho a la vida de todas las personas; la capacidad de gestión de los hospitales para conciliar la eficiencia y la cercanía con los más necesitados y los más pobres.

La Familia Camiliana Laica de España "tras las huellas de San Camilo"

Peregrinación a los lugares emblemáticos en la vida de San Camilo y de la Orden

Los días 6 al 10 de noviembre pasados, la Familia Camiliana Laica compuesto por un grupo de 21 personas: 13 de la FCL de Sevilla, 3 de Tres cantos, 2 de San Pere de Ribes y los religiosos camilos el P. Jesús Zurbano, Jacinto Ruíz y Miguel Sacco han realizado una peregrinación en Roma y otros lugares de referencia en la vida de San Camilo y en la historia de la Orden. Una oportunidad de compartir, reflexionar y profundizar en la espiritualidad camiliana.
El día 7 el grupo realizó una visita guiada en lugares céntricos de Roma como la Plaza de España, el Pantheon, la Fontana de Trevi, la Piazza Navona,  las basílicas mayores de Roma, San Pablo extramuros, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. 
El día 8 el grupo ha tenido la posibilidad de asistir a la Audiencia General del papa Francisco y además ha visitado el Museo Vaticano y la Capilla Sixtina. El día jueves 9 de noviembre el grupo se ha desplazado hacia Buquiánico, lugar de nacimiento de San Camilo de Lelis. 
El día 10 la visita ha continuado en San Giovanni Rottondo, ciudad que conserva todavía la estructura de una antigua aldea de montaña, lugar donde se encuentra la tumba de San Pio de Pieltrecina, capuchino fallecido en 1968 y canonizado por San Juan Pablo II en 2002. 
El día 11 el grupo de peregrinos ha continuado su viaje por Manfredonia visitando la Basílica de Santa María de Siponto, y también en la localidad de Lama Volara la Basílica de San Leonardo. 
Finalmente el día 12 el grupo ha concluido su peregrinaje visitando la Casa General y la Iglesia de la Magdalena. Allí ha sido acogido y acompañados por el Hno. José Ignacio Santaolalla y además han contado con el Saludo del P. general Leocir Pessini. En este último día de peregrinación, el grupo ha celebrado la eucaristía en la capilla donde se encuentra en corazón de San Camilo.

Segunda edición del Curso: Cuidado pastoral para trabajadores de ayuda humanitaria.

Curso de formación avanzada Impartido por el Camillianum de Roma.

El Instituto Internacional de Teología Pastoral Sanitaria (Camillianum) en colaboración con la Camillian Disaster Service (CADIS) de los religiosos Camilos de Roma, presentan la segunda edición del curso de formación avanzada: Cuidado pastoral para trabajadores de ayuda humanitaria.
Este curso tiene como finalidad formar a los trabajadores de ayuda humanitaria a la luz de las palabras de papa Francisco sobre el sufrimiento humano según el Motu Propio Humanam progressionem (Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral), el cual en su artículo 3 señala que su objetivo es:  "promover la atención de la Iglesia hacia la «humanidad sufriente»: los necesitados, los enfermos, los excluidos, los que se ven empujados a abandonar su patria o carecen de ella, los marginados, las víctimas de los conflictos armados y las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados, las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud y de tortura y todas las personas cuya dignidad esté en peligro".

Duración

  • 45 horas por semana durante 8 semanas. Total de 360 horas de lecciones intensivas en 2 meses: Del 13 de noviembre al 9 de diciembre de 2017 y del 26 de febrero al 24 de marzo de 2018

Horarios

  • De lunes a viernes: de 9:00 a 17:00
  • Sábado: 9.00-13.15

Directores del curso

  • Chiara Palazzini, 
  • Palma Sgreccia

Idioma:

El curso será en lengua inglesa.

"El sufrimiento que infunde esperanza en el corazón humano y en la humanidad"

Homilía en la celebración eucarística de la inauguración del año académico y XXX aniversario de la fundación del Camillianum

Compartimos la homilía del P. General Leocir Pessini en la Eucaristía de Inauguración del curso académico y de los 30 años de vida del Camillianum, el pasado lunes 30 de octubre.

HOMILÍA EN LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

Inauguración del Año académico 2017/2018, XXX aniversario de la Fundación del Camillianum

EL SUFRIMIENTO QUE INFUNDE ESPERANZA EN EL CORAZÓN HUMANO Y EN LA HUMANIDAD

P. Leocir PESSINI, Superior General de la Orden Camiliana, Moderador General del Camillianum
Muy  apreciada  comunidad  académica  del  Camillianum,  presidencia,  docentes, estudiantes, colaboradores;
Estimados amigos de la Orden y del carisma camilianos;
Queridos participantes en esta reunión que celebra el XXX  aniversario  de la Fundación del Camillianum:
una cálida y fraterna bienvenida a todos en el contexto de la inauguración del nuevo año académico 2017/2018.
Estamos viviendo unidos, con alegría y en fraternidad, la apertura de esta jornada que para los religiosos camilos tiene un significado muy especial: dar gracias al Señor por los treinta años de actividad académica pensada y vivida en nuestro Instituto Internacional de Teología Pastoral Sanitaria, que desde el año 2012 está incorporado a la Facultad de Sagrada Teología de la Pontificia Universidad Lateranense. De las lecturas bíblicas que acabamos de proclamar y escuchar en la liturgia de la Palabra de este día, me parece que parte un haz de luz que nos brinda claridad y sentido para comenzar e introducirnos en la dimensión conmemorativa e intelectual propia de esta jornada académica.
Deseo presentar una reflexión articulada en cuatro puntos inspiradores:
  1. Una breve síntesis del mensaje bíblico de hoy;
  2. El recuerdo de algunos elementos esenciales del carisma y del ministerio camiliano de la misericordia en el mundo del sufrimiento;
  3. Algunos matices del mensaje eclesial contenido en la carta apostólica Salvifici Doloris, del papa san Juan Pablo II (11 de febrero de 1984) y en la carta encíclica Spe salvi, del papa Benedicto XVI (30 de noviembre de 2007);
  4. El agradecimiento a todos los protagonistas de esta historia articulada a lo largo de treinta años de enseñanza en el Camillianum.
Abramos las puertas del mundo misterioso del sufrimiento a través del ofrecimiento de la inspiración bíblico-teológica de esta jornada.

1. La inspiración bíblico-teológica

Recordemos sintéticamente los textos bíblicos de la liturgia de hoy:
  • Primera lectura (Rom 8,12-17). San Pablo dice en la carta a los Romanos (Rom 8,12-17) que “los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Porque no hemos recibido el espíritu de esclavitud, sino que hemos recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre! Y si somos hijos, somos también herederos, herederos de Dios, coherederos de Cristo, si es que padecemos  con  él, para ser también  glorificados con él” .
  • Salmo 67. “Dios es imponente desde su santuario. Es el Dios de Israel que da a su pueblo fuerza y poderío. Bendito sea Dios que nos trae la salvación. Nuestro Dios es un Dios que salva” .
  • Evangelio (Lc 13,10-17). Lucas, el evangelista médico, nos ofrece un fragmento de la actividad de Jesús, que interviene curando a una mujer encorvada, “poseída por un espíritu inmundo, que la tenía enferma hacía dieciocho años”, un sábado. Jesús, como excelente terapeuta, aplicando las indicaciones básicas de una buena relación de ayuda (‘ritos’) entra en escena: ”…al verla, la llamó y le dijo: ‘Mujer, queda libre de tu enfermedad’. Le impuso las manos y al instante se enderezó y empezó a alabar a Dios”. Jesús se enfrentó al jefe de la sinagoga “indignado porque Jesús había curado en sábado”. Con gran determinación, Jesús da prioridad absoluta a la persona que sufre y está enferma (“y a esta mujer, que es hija de Abrahán, a la que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años”), respecto a la tradición religiosa hebrea del sábado, liberándola de la enfermedad, ya se tratara de una enfermedad mental o de una posesión diabólica, Jesús, mediante su Persona, la cura y la libera del demonio. Imaginemos cuánto sufrimiento, cuántas penas y humillaciones sufriría aquella mujer durante dieciocho años de fragilidad. Imaginemos también qué nivel de libertad y dignidad ofreció Jesús con una intervención que le restituyó la vida, la dignidad y la salud.
En una sana teología de la salud, todos nosotros hemos aprendido que existe siempre un grito que suplica la salud, un grito que pide la salvación. Uno de los principales motivos que impulsa a los peregrinos a visitar los santuarios marianos del mundo (Lourdes, Fátima, Aparecida, Loreto…) procede del simple, y al mismo tiempo profundo, deseo de encontrar la salud y ahuyentar los peligros, las enfermedades, los dolores y los sufrimientos de la vida.
Veamos seguidamente algunos elementos esenciales del carisma y del ministerio camiliano de la misericordia en el mundo del sufrimiento que puedan inspirar y orientar nuestra vida.

2. La inspiración que se deriva del carisma y del ministerio camiliano.

Estos textos bíblicos, según su significado central, se encuentran en profunda sintonía con la temática de esta reunión, organizada para la inauguración del XXX año académico del Camillianum: “Dolor y sufrimiento: interpretaciones, sentidos y cuidados”. Se nos invita en estos dos días a escuchar e interactuar con diversos expertos en el tema ‘misterioso’ del sufrimiento humano: teólogos pastoralistas, psicólogos, historiógrafos, filósofos, expertos en ética y bioética, antropólogos y pastores de la Iglesia, entre otros. Juntos trataremos de ofrecer, con humildad, itinerarios en busca de sentido para orientarnos a encontrar una respuesta a la pregunta sobre el significado del sufrimiento.
Los religiosos camilos hemos aprendido de nuestro Fundador, san Camilo de Lellis, que ante una persona que sufre debemos quitarnos “los zapatos”, porque estamos entrando en un terreno –‘un misterio’– sagrado, que nos exige respeto, reverencia y solidaridad.
En nuestra Constitución y en nuestra Disposiciones Generales, cuando se habla de nuestro carisma y del ministerio, se afirma:
“Por tanto, el carisma dado en modo especial a nuestra Orden, y que constituye su índole y misión, se expresa y se realiza mediante nuestro ministerio en el mundo de la salud, de la enfermedad y del sufrimiento” (Constitución, 10).
“Carisma específico de la Orden, profesado con un cuarto voto y vivido en nuestro ministerio, es el compromiso de vivir y ejercitar la misericordia de Cristo con los que sufren” (Constitución, 42).
En relación con el ministerio se afirma:
“Por lo tanto, estamos dispuestos a asumir cualquier servicio en el mundo de la salud, para la edificación del Reino de Dios y la promoción del hombre” (Constitución, 43).
“Mediante la promoción de la salud, la curación de la enfermedad y el alivio del dolor, cooperamos en la obra de Dios Creador, glorificamos a Dios en el cuerpo humano y damos testimonio de la fe en la resurrección” (Constitución, 45).
“A la luz del Evangelio, y de forma adecuada a nuestro tiempo, ayudamos a los enfermos a buscar una respuesta a los perennes interrogantes sobre el sentido de la vida presente y futura y su mutua relación, y sobre el sentido del dolor, del mal y de la muerte. Los acompañamos con nuestra presencia y nuestra oración, especialmente en los momentos oscuros y de vulnerabilidad, de modo que nosotros mismos seamos signo de esperanza” (Constitución, 47).
“Sostenemos en la fe a los enfermos crónicos para que sepan afrontar con perseverancia sus limitaciones, hagan provechoso el tiempo de sus dolencias mediante la renovación y el crecimiento de su vida cristiana” (Constitución, 48).
Como podemos intuir, nuestro carisma y nuestro ministerio consisten, en síntesis, en ser y en llevar misericordia y luz; en ser un signo portador de salud y de salvación en el mundo del sufrimiento.
Veamos a continuación algunos puntos de dos documentos del magisterio: la carta apostólica Salvifici Doloris (del papa Juan Pablo II) y la carta encíclica Spe Salvi (del papa Benedicto XVI).

3. El mensaje de la Salvifici Doloris y de Spe Salvi y la “teología de las lágrimas” del papa Francisco.

Algunas observaciones de naturaleza antropológica y teológica.
San Juan Pablo II dice en la carta apostólica Salvifici Doloris (SD): “El sufrimiento humano suscita compasión, suscita también respeto y a su manera atemoriza. En efecto, en él está contenida la grandeza de un misterio específico” (SD, 4). Y más adelante leemos: “Dentro de todo sufrimiento experimentado por el hombre, y también en lo profundo del mundo del sufrimiento, aparece inevitablemente la pregunta: ¿Por qué? Es una pregunta acerca de la causa, la razón; una pregunta acerca de la finalidad (para qué): en definitiva, acerca del sentido” (SD, 9).
La respuesta al sufrimiento humano (al porqué) la encontramos en el relato del buen samaritano (Lc 10,25-37). El buen samaritano es quien ve y se detiene, se muestra dispuesto a ayudar y aliviar el sufrimiento de otra persona, sea cual sea la naturaleza de su sufrimiento. “Buen samaritano es todo hombre que se para junto al sufrimiento de otro hombre, el hombre sensible al sufrimiento, el hombre que ‘se conmueve’ ante la desgracia del prójimo” (SD, 28); es quien realmente ofrece una ayuda eficaz ante el sufrimiento.
Superando definitivamente una visión o una solución reduccionista, ideológica y dolorista sobre el sufrimiento, la carta Salvifici Doloris nos recuerda a todos que la verdadera respuesta al sufrimiento humano es el amor. “El sufrimiento, que bajo tantas formas diversas está presente en el mundo humano, está también presente para irradiar el amor al hombre, precisamente ese desinteresado don del propio ‘yo’ en favor de los demás hombres, de los hombres que sufren’ (SD, 29).
La carta encíclica Spe Salvi, del papa Benedicto XVI, presenta el sufrimiento (SS, 35-40) como uno de los lugares de aprendizaje y de ejercicio de la esperanza juntamente con la oración y el juicio final.
A partir de la constatación de que el sufrimiento forma parte de la existencia humana, se evidencia que el sufrimiento “se deriva, por una parte, de nuestra finitud y, por otra, de la acumulación de culpa que a lo largo de la historia se ha producido y que también en el presente crece de modo imparable” (SS, 36). “Es preciso hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento: impedir, en la medida de lo posible, el sufrimiento de los inocentes, calmar los dolores, ayudar a superar los sufrimientos psíquicos. Son todos ellos deberes tanto de la justicia como del amor”. El papa Benedicto XVI observa que “en la lucha contra el dolor físico se han conseguido realizar grandes progresos; el sufrimiento de los inocentes y los sufrimientos psíquicos han aumentado sensiblemente a lo largo de los últimos decenios” (SS, 36).
Prosigue reflexionando que “debemos hacer todo lo posible para superar el sufrimiento, pero eliminarlo completamente del mundo no está en nuestras posibilidades, sencillamente porque no podemos alejar de nosotros nuestra finitud y porque nadie es capaz de eliminar el poder del mal, de la culpa que (…) es continuamente fuente de sufrimiento. Esto solamente podría realizarlo Dios: solo Dios, que personalmente entra en la historia haciéndose hombre y sufre en ella. Nosotros sabemos que este Dios existe y que por su poder “quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Con la fe en la existencia de este poder ha aparecido en la historia la esperanza de la curación del mundo” (SS, 36).
¿Cuál será la actitud que el hombre debe asumir para poder afrontar el dolor y el sufrimiento? Según la Spe Salvi, “no es esquivar el sufrimiento ni la huida delante del dolor lo que cura al hombre, sino la capacidad de aceptar la tribulación  y en ella madurar y encontrarle sentido mediante la unión con Cristo, quien sufrió con amor infinito” (SS, 37). Esto es lo que comprendieron y vivieron –y ahora nos enseñan– los mártires y los santos de la fe.
“Una sociedad que no consigue aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la com-pasión a lograr que el sufrimiento sea compartido y llevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana” (SS, 38), afirma Benedicto XVI en la encíclica citada. Cada uno de nosotros tiene un cometido interior que realizar cuando el Papa afirma que “nadie puede aceptar el sufrimiento del otro si él personalmente no consigue encontrar en el sufrimiento un sentido, un camino de purificación y de maduración, un camino de esperanza’ (SS, 38).
En el campus de la Universidad pontificia de Santo Tomás, en Manila, el papa Francisco, el 18 de enero de 2015 se encontró con unos 35.000 jóvenes filipinos. Se le acercó Gljzelle Palomar, de doce años, y le preguntó al Papa por qué existía el dolor inocente, el escándalo de los escándalos, sobre el que desde hace siglos se devanan los sesos filósofos y teólogos: “Hay tantos niños rechazados por sus propios padres, hay tantos que son víctimas, que les suceden cosas terribles, como la droga o la prostitución”, dijo Gljzelle. “¿Por qué Dios permite que sucedan estas cosas si los niños no son culpables de nada? ¿Y por qué hay tan pocas personas que les ayudan?”. La niña no consiguió terminar su pregunta porque el sollozo se lo impidió. El Papa, apartando el texto, le respondió espontáneamente: “Hoy he oído la única pregunta que no tiene respuesta; no le han bastado las palabras, ha necesitado las lágrimas. Para el núcleo de tu pregunta no hay respuesta. Solo cuando somos capaces de llorar sobre las cosas que has dicho somos capaces de responder a esta pregunta: ¿Por qué sufren los niños?”.
Y prosiguió: “Cuando el corazón es capaz de llorar podemos entender algo. Existe una compasión mundana que para nada es útil. Una compasión que es poco más que meter la mano en el bolsillo y sacar una moneda. Si la respuesta de Cristo se hubiera compadecido así, habría ayudado a tres o cuatro personas y habría retornado al Padre. Solo cuando Cristo fue capaz de llorar comprendió nuestro drama. Queridos jóvenes, al mundo de hoy le falta capacidad para llorar. Lloran los marginados, los que han sido dejados aparte; lloran los despreciados, pero no entendemos mucho sobre esas personas que no tienen necesidad de llorar. Solamente ciertas realidades de la vida se ven con los ojos que han limpiado las lágrimas. Pido que cada uno se pregunte: ¿He aprendido a llorar?…”. En medio de la muchedumbre oceánica de Filipinas, la “teología de las lágrimas” del papa Francisco se enriqueció con otras palabras: “Aprendamos a llorar como ella (Gljzelle) nos ha enseñado hoy”, dijo Bergoglio a los jóvenes. Leemos en el Evangelio que Jesús lloró por un amigo que había muerto, lloró por una familia que había perdido a una hija, lloró cuando vio a una pobre viuda que enterraba a su hijo, se conmovió hasta las lágrimas cuando vio a la multitud sin pastor. Quien no sabe llorar no es un buen cristiano. Sed valientes, no tengáis miedo a llorar”.
Recordemos lo que dijo Cicely Saunders (1918-2005), médica británica, pionera de los cuidados paliativos, fundadora del St. Christopher’s Hospice de Londres: “El sufrimiento es insoportable solamente cuando nadie lo cura”. Es lo que piensa también el papa Benedicto XVI cuando dice que el sufrimiento vivido en medio de la compasión, cuando es viva la presencia del otro, está penetrado por la luz del amor: “La palabra latina ‘con-solatio’, consolación, lo expresa de manera muy hermosa, pues sugiere un estar-con en la soledad, que entonces ya no es soledad” (SS, 38).
A lo largo de la historia humana, centenares de miles de páginas se han escrito sobre el dolor, el sufrimiento y especialmente la búsqueda incansable de su sentido, sobre el “porqué” y el “para qué”. Hoy nosotros distinguimos entre dolor y sufrimiento. La Salvifici Doloris” afirma: “Obviamente, el dolor, sobre todo el físico, está ampliamente difundido en el mundo de los animales. Pero solamente el hombre, cuando sufre, sabe que sufre y se pregunta por qué; y sufre de manera humanamente aún más profunda si no encuentra una respuesta satisfactoria” (SD, 9).
¡Quién no se ha hecho preguntas sobre la famosa historia bíblica de Job o no ha oído expresiones de personas que hablan de “dolor del alma”, del “dolor del corazón, expresiones metafóricas de un sufrimiento emotivo interior y espiritual muy profundo! Existen muchos estudios actualmente en el mundo de la salud, y especialmente en la medicina, para abordar las cuestiones propias del dolor y del sufrimiento humano.
Recuerdo a un autor, considerado un clásico, por mí preferido: Eric J. Cassell, muy respetado en el mundo anglosajón, quien escribió un libro titulado “The nature of Suffering and the goals of medicine” (La naturaleza del sufrimiento y los objetivos de la medicina), así como un centenar de artículos científicos escritos en los últimos treinta años. Baste para despertar el deseo de leerle y profundizar en el pensamiento de este médico neurólogo norteamericano recordar su concepto del dolor y del sufrimiento: “Solamente las personas tienen un sentido del futuro y solamente ellas pueden ofrecer un significado. Los cuerpos no sufren, solamente las personas sufren. Esta es la verdad crucial del sufrimiento. El sufrimiento es la preocupación específica que llega cuando las personas sienten su integridad y su plenitud de ser humanos amenazadas o desintegradas, y el sufrimiento continúa mientras la amenaza no desaparece y la integridad o la plenitud son recuperadas” (ERIC J. CASSELL, “The Nature of suffering and the goals of medicine”, New York, Oxford University Press, 1991, 217).
Para Cassel, el dolor está muy relacionado con nuestra dimensión física orgánica, con el sistema nervioso central. En este sentido, nuestros cuerpos perciben el dolor pero no el sufrimiento, que es lo que la persona siente. Para afrontar y aliviar el dolor (terapia del dolor) disponemos de fármacos específicos, de analgésicos y en gran medida  la solución está en la farmacopea. Por lo que se refiere al sufrimiento, es decir, a lo que afecta “a la integridad y la plenitud de la persona”, para hacer frente a esta realidad, tenemos dos posibilidades.
Para la búsqueda de un significado del mismo debemos acudir a la trascendencia, que alimenta la dimensión de la fe y la espiritualidad de nuestra vida. Estos elementos pueden ser realizados únicamente en el laboratorio de la ‘interioridad humana’. En busca de un nuevo significado del sufrimiento contamos con el ejemplo de Victor Frankl, médico, superviviente de los campos de concentración nazis, creador de una línea de psicología llamada logoterapia, es decir la búsqueda del sentido de la vida. Frankl afirma que “quien tiene un ‘porqué para vivir casi puede con cualquier ‘cómo’”. Un filósofo brasileño, Oswaldo Giacoia Jr., dice que “lo insoportable no es el dolor en sí mismo sino la falta de sentido del dolor, más aún, el dolor por la falta de sentido”.
En relación con la búsqueda de significado, podríamos hacernos una nueva pregunta:
¿No podría residir justamente aquí, en esta búsqueda de sentido, la fuente de la realidad de la que se habla hoy tanto en el ámbito de las ciencias humanas, y particularmente en psicología, o sea, de la resiliencia? Cada día es más compartida la necesidad de ser personas resilientes, de estructurar organizaciones y comunidades resilientes, especialmente ante las tragedias de la vida, ante la pérdida de las personas amadas, ante las situaciones de burn- out…
En el ámbito de la trascendencia podemos destacar un creciente interés en explorar el vínculo entre vida espiritual y salud. En Estados Unidos, la John Templeton Foundation dedica anualmente millones de dólares a publicaciones científicas y estudios sobre un recorrido que implica religión, espiritualidad y calidad de vida y salud. La OMS (Organización Mundial de la Salud), superando una visión positivista de la salud, finalmente se está abriendo a una posición que valore esta importante dimensión de la vida humana: la trascendencia con sus valores humanos ligados a la espiritualidad que determina un impacto tan significativo sobre la calidad de la vida y de la salud de la persona.
Como conclusión, formulo un pensamiento sobre nuestro Instituto Internacional de Teología Pastoral Sanitaria, el Camillianum.

4. El Camillianum: después de treinta años de vida se percibe la necesidad de reinventarlo.

Hago solamente algunas rápidas alusiones, ya que a lo largo de esta mañana tendremos un encuentro académico centrado en este tema. La primera inspiración del Camillianum se basó en la ‘nova schola caritatis’ intuida y llevada a cabo por san Camilo de Lellis en los lejanos días de los siglos XVI-XVII. Todavía hoy sigue siendo actual y profético su grito: “¡Hermanos, más corazón en las manos!” ante la realidad de un cuidado del hombre, quizá  más tecnificado en muchos ámbitos pero profundamente caracterizado por la indiferencia y la deshumanización: una de las razones más importantes para su existencia consiste en generar en nuestra contemporaneidad una nueva cultura de la promoción de la salud, de la prevención de las enfermedades, de la humanización de las estructuras sanitarias, del respeto y del cuidado de la vida humana herida por la enfermedad, por el dolor y por el sufrimiento.
Hoy el Camillianum es interpelado para afrontar importantes retos con el fin de garantizar continuidad a sus actividades educativas para la “formación del corazón” (“Deus caritas est”, 31/a) y por tanto insertarse en el mundo de la salud.
Creo que una dimensión importante de esta misión de “re-inventar” el Camillianum ha sido la conexión académica con la Pontificia Universidad Lateranense (2012). Esta opción debe continuar y engendrar en nosotros una cierta inquietud sobre el desarrollo del Instituto y la cualidad del cuerpo docente, de las infraestructuras, de la presencia de estudiantes como expresión de la geografía camiliana mundial. Dicho proceso debe continuar con la reestructuración de algunas dinámicas internas, dando la debida importancia a la dimensión económica y administrativa, creando una nueva cultura de gestión universitaria y de búsqueda autónoma de fondos de apoyo.
Deseo expresar un sincero y sentido agradecimiento a todos los protagonistas de la primera hora, quienes se empeñaron en el nacimiento y la apertura del Instituto. Muchos de estos pioneros ya no están aquí (el padre Calisto Vendrame, el padre Francisco Álvarez, el padre Emidio Spogli, el padre Domenico Casera…). Que Dios les conceda a todos el premio de la felicidad eterna y que puedan continuar siendo nuestros sabios inspiradores.
A todos los pioneros que todavía hoy siguen con nosotros y que con alegría comparten este momento de ?????? (gracia), el padre Angelo Brusco, el padre Frank Monks, el padre Renato Salvatore, el padre Luciano Sandrin, el padre Eugenio Sapori, el padre Arnaldo Pangrazzi, el padre Giuseppe Cinà, y a muchos otros, les expresamos nuestra gratitud en nombre de todos los camilos de la Orden.
Que el Señor, san Camilo y la Virgen de la Salud transformen nuestros corazones para ser y vivir como verdaderos servidores samaritanos de la sabiduría de Dios en la gestión y el conocimiento humano y científico en el mundo de la salud.
¡Bendito sea nuestro Señor Jesucristo!

Los religiosos Camilos continúan su compromiso con la Humanización de la Salud

José Carlos Bermejo participa en la presentación del plan de Humanización del Servicio Navarro de Salud.

El Servicio Navarro de Salud ha presentado este martes 7 de noviembre su Estrategia de Humanización del servicio, un paquete de medidas que busca mejorar las condiciones de los pacientes, especialmente en aquellas áreas más sensibles por su particular condición, como es el caso de los cuidados paliativos, la gestión de la información a pacientes o la reducción de los tiempos de espera en Urgencias.
En este sentido, se incluyen cinco grandes líneas de actuación: 
  1. cultura de la humanización, 
  2. calidez de trato, 
  3. información-comunicación, 
  4. adecuación del entorno y 
  5. directrices para la gestión. 
Así como diversas acciones concretas, como habitaciones individuales para pacientes terminales y la puesta en marcha del Observatorio de Muerte Digna.
Un acto protagonizado por presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos; por el consejero de Salud, Fernando Domínguez; por el director del Servicio de Ciudadanía Sanitaria, Aseguramiento y Garantías del Departamento de Salud, Lázaro Elizalde; por la jefa de Servicio de Atención a Ciudadanos y Pacientes del SNS-O, Isabel Ansa; y por la directora de Cuidados Sanitarios del Complejo Hospitalario de Navarra, Maite Soria.
En el acto, José Carlos Bermejo, Delegado General de la Provincia Española de los Religiosos camilos ha impartió una conferencia sobre humanización y su fundamento. La dignidad de todos (el puñetazo en la mesa del filósofo que reclama la igual dignidad de sano que del enfermo que babea o tiene alzhéimer), la necesidad de prepararse para manejar situaciones complejas en los cuidados, la transparencia en la gestión, la generación de una cultura alineada con genuinos valores, el compromiso por trabajar por el "deber ser" respetuoso de la fragilidad y la vulnerabilidad, fueron claves que José Carlos lanzó al auditorio reunido en Pamplona.

Conoce la Formación en Humanización de la Salud  del Centro de Humanización de los Religiosos Camilos.

  • Diploma de Especialización Universitaria en Humanización de la Salud y de la Intervención social 
  • Cursos presenciales y online
  • Publicaciones sobre Humanización de la salud